El uso de leña para cocinar debido a la escasez de gas, la deforestación y el tráfico de fauna silvestre acelerado por el empobrecimiento de la población persiguen a estas maravillas aladas. Como este 9 de mayo es, también, el Día de la Madre, la Sociedad Conservacionista Audubon propone a niñas y niños regalar dibujos o figuras de aves
Las guacamayas que se acercan a pedir semillas. Los conotos que tienen el mejor traje de diseñador con sus plumas amarillas en la cola. Los gavilanes que se llaman en voz alta. Los carpinteros, afanosos orfebres de los árboles. Todos, todos celebran este domingo 9 de mayo el Día Internacional de las Aves, con amenazas como la deforestación para cocinar con leña y el tráfico ilegal, pero también, con oportunidades y defensores.
(Escuche al carpintero)
Como coincide con el Día de la Madre, la Sociedad Conservacionista Audubon está invitando a niñas y niños a festejar el día con un dibujo o una figura de alguna de las aves disponibles en la aplicación digital Descubre las aves de Venezuela (https://www.descubrelasavesdevenezuela.org).
«Pueden hacer una manualidad, una tarjeta con un dibujo de un ave que les guste, una figurita, algo en origami», explica Marieta Hernández, presidenta de Audubon. Así recordarán «la importancia que tienen las aves en el ambiente».
(Escuche a la guacamaya maracaná)
Las aves son bellas, y además, tienen grandes tareas que cumplir. «Se calcula que hay más de 100 funciones ecológicas que hacen las aves en el ambiente», como contribuir a la reproducción de las plantas. «La supervivencia de las aves está ligada a la supervivencia de los bosques, y en general, la supervivencia del planeta y de todos nosotros», recuerda Hernández. «Si no existieran las aves tampoco existirían los árboles, y si no existieran árboles no habría aves. En el ambiente todas las cosas están conectadas».
De ellas depende también el control de plagas, «porque son las grandes exterminadoras de las ratas de los arrozales», por ejemplo.
Su hermosura lleva a algunas personas a querer encerrarlas. «Esa es una grave equivocación. Las aves silvestres, las que nacen en la naturaleza, deben estar libres» y meterlas en una jaula «es un acto de mucha crueldad». Una guacamaya en cautiverio sufre mucho, «se arranca las plumas porque se desespera» al estar en una jaula en la que muchas veces «no puede ni abrir las alas».
Otras amenazas las acechan. «En la medida en que deforestamos, destruimos el hábitat de aves que incluso son de poblaciones pequeñas», y «al desaparecer el hábitat va a desaparecer esa ave».
La pandemia ha llevado, en el caso de Caracas, a que algunas aves aparezcan con más frecuencia en urbanizaciones, refiere la conservacionista. Pero a escala nacional, al agudizarse la escasez de gas doméstico, «se están deforestando lugares muy importantes para buscar leña. Esa es una amenaza muy grave» porque «se está deforestando el lugar donde viven; sin árboles no hay aves, y sin aves no hay árboles».
El problema no es la falta de normas. Como lo subraya Hernández, en Venezuela «leyes es lo que sobra» pero «falta que se cumplan». La Constitución de 1999 fue de avanzada para la protección del ambiente, destaca, pero en la práctica ocurren cosas que las ponen en peligro. «Por hechos de corrupción se permite el tráfico de aves por parte de quienes tienen la misión de evitarlo», denuncia. A la Guardia Nacional «le corresponde la guardería ambiental, y lamentablemente en algunos casos eso no se cumple».
El tráfico de aves es una triste realidad. Las guacamayas, cotorras y loros son víctimas de este delito por la falsa creencia de que pueden ser mascotas. «Se sabe que a escala internacional tienen un valor grande y las sacan. Es sabido, y principalmente por los traficantes, que de 10 guacamayas a lo mejor sobreviven dos o tres; las otras siete mueren», lamentó. «Los culpables no solamente son los encargados de evitar que se trafique. Para nosotros en Audubon son también los que las compran».
Un estudio reveló que más de 640 mil aves fueron traficadas en Venezuela entre 1981 y 2015, con un promedio de 18.300 al año. «A pesar de que palidece ante las demás economías criminales en Venezuela, el tráfico de animales exóticos es una actividad histórica que ha engendrado redes acostumbradas a valerse de la pobreza de algunas comunidades para comprarles aves cazadas ilegalmente», alerta un trabajo de Insight Crime. Se describe, incluso, la ruta Delta Amacuro-Trinidad, apalancada en la pobreza en la que se encuentra la población indígena del estado oriental.
Venezuela tiene cerca de 1.400 especies de aves, «lo que nos coloca en el sexto o séptimo lugar» de diversidad en el mundo. Formalmente solo se ha declarado una en peligro crítico: el cardenalito. «Nosotros creemos que eso obedece a falta de investigación. Si se hiciera investigación en campo otras aves entrarían en peligro crítico. Una de las guacamayas que está en rango de peligro es la guacamaya verde», deploró.
Audubon celebra este mes, también, los primeros 15 años del programa Las aves entran en las escuelas. Han abordado, detalla Hernández, «258 escuelas, 2.152 docentes y 90.816 niños», y este año «hemos sumado nuevas cohortes de docentes y de niños» y 45 escuelas de la Fundación AmbLeMa.
La cuarentena obligó a desarrollar los talleres de forma virtual a pesar de las limitaciones de conectividad. También ha tenido un impulso la ciencia ciudadana, exalta, que tiene un gran impacto en lo ambiental. En febrero pasado siete organizaciones «participamos de manera masiva en el evento Contando aves en comunidad», con una participación tan entusiasta que permitió ocupar el puesto 12 en el mundo de especies reportadas.
«Venezuela fue el cuarto país de Sudamérica con mayor número de listas enviadas durante el gran evento, logrando obtener el sexto lugar en número de especies reportadas en el subcontinente. Gracias a estos resultados el país se ubicó como el décimo segundo país con más especies reportadas en el mundo» lo que constituye «un resultado extraordinario considerando particularmente las graves dificultades de movilización y conectividad que imperan en el país», informa el portal web de Audubon (https://www.audubonvenezuela.org/).