En el día internacional de los Pueblos Indígenas: se mantiene la deuda con sus derechos

Foto: AVN

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El 5% de la población mundial es parte de una comunidad indígena con sus lenguas autóctonas que hoy se encuentran en riesgo de desaparecer

En el mundo entero existen más de 5 mil grupos distintos de Pueblos Indígenas, lo que representan unas 7 mil lenguas tradicionales y autóctonos en unos 90 países, según revela las Naciones Unidas.

Unas 370 millones de personas aproximadamente son indígenas, es decir, más del 5% de la población mundial y, sin embargo, se encuentran entre las poblaciones más desfavorecidas y vulnerables representando 15% de los más pobres.

Cada 9 de agosto se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, un destinado a exaltar sus tradiciones, culturas y valor incalculable para la sociedad; por ello, la comunidad internacional reconoce ahora que se necesitan medidas especiales para proteger sus derechos y mantener sus culturas y formas de vida.

Para este año 2019 está demostrado que de las 7.000 lenguas, cuatro de cada diez están en riesgo de desaparecer. Por eso, expertos de la ONU piden sensibilizar sobre las necesidades de estas poblaciones.

La lucha indígena de América Latina

La historia de los pueblos indígenas en Latinoamérica, está marcada por su lucha constante para defender sus territorios y su propia existencia.

En Venezuela, se creó un Ministerio para los Pueblos Indígenas, a fin de gestionar políticas públicas para atender las necesidades de esta población.

En nuestro continente el avance de la minería y proyectos con trasnacionales, han provocado la invasión de espacios y territorios de nuestros indígenas, lo que ha generado sus protestas y se les ha combatido con represión y muerte.

En Colombia, por ejemplo, los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta, siguen viviendo entre grupos armados y minería. En Bolivia, los indígenas han sido «castigados» por oponerse a la construcción de la carretera en el Tinnis.

En Ecuador, una serie de proyectos con empresas chinas han puesto en peligro la permanencia de los indígenas en la Amazonia, mientras que los pueblos indígenas atalayas en Perú, mantienen una protesta firme en defensa de su territorio
ante el avance de la actividad petrolera y gasífera.