Danelly Rodríguez Torres: Por razones de salud pedimos una medida humanitaria para mi hermano Miguel

Texto: Vanessa Davies. Fotos: Alonso Calatrava Rumbos

«Dos años y medio después de su detención no le han hecho audiencia preliminar», denuncia la hermana del mayor general y exministro de Relaciones Interiores. Su salud sigue deteriorándose en la celda donde lo mantienen encerrado en Fuerte Tiuna

Danelly Rodríguez Torres ha hecho de todo por defender a su hermano Miguel Rodríguez Torres, mayor general preso desde marzo de 2018. Se enfrenta al silencio de los organismos del Estado que deberían darle respuesta; también encara a quienes dicen «bien hecho» o «bien merecido» porque consideran que es justo que el militar esté preso por ser chavista o por haber formado parte de la estructura del Estado que reprimió las protestas en 2014; sufre la censura en algunos medios de comunicación. Hoy, pide que su hermano sea excarcelado, mediante una medida humanitaria, por razones de salud.

«Dos años y medio después de su detención no le han hecho audiencia preliminar. Lo único que hicieron fue la audiencia de presentación, al día siguiente de su detención. Han hecho llamados a audiencia preliminar, pero siempre la suspenden. Hasta el sol de hoy no lo han hecho. Han pasado dos años y medio y los lapsos procesales se vencieron, porque la audiencia preliminar debe ser convocada mucho antes», afirma.

Miguel Rodríguez Torres «está en un limbo jurídico. Acudimos a tribunales, los abogados han hecho las diligencias correspondientes y no recibimos respuesta de nadie».

-¿Qué recursos han intentado?

-Se han introducido varios amparos ante el tribunal militar. Recursos relacionados con la salud y la violación de sus derechos constitucionales. Hemos introducido no menos de 10 solicitudes de medidas humanitarias ante el tribunal militar.

-¿En qué se basa esa petición?

-En el deterioro de su salud. Antes de su detención tenía tratamientos médicos, y luego de su detención lo han visto varios médicos, hay informes de médicos forenses. Su estado de salud va en deterioro.

-¿Qué condiciones tiene?

-Varias patologías óseas. Discopatía degenerativa de columna vertebral a nivel cervical y lumbosacro, síndrome de hombro doloroso, condromalacia. Al estar preso comenzó a sufrir de hipertensión arterial. La semana pasada lo visitó una comisión médica (internista, traumatólogo y fisiatra) y lo evaluó, y le hicieron un nuevo informe médico. Las patologías fueron ratificadas. Solicitaron que le hicieran rayos X de tórax, radiografía de columna. Tiene pendiente una mielografía y le mandaron a hacer seguimiento de la hipertensión. ¿Cómo sabemos la situación de salud de mi hermano? Mi hermano estuvo hospitalizado por dengue hemorrágico, en 2019, lo trasladaron al hospitalito y sin información a sus familiares, porque a nosotros no nos dicen absolutamente nada de lo que está pasando. Este año presentó alergia, lo trasladaron al hospitalito y lo retornaron a su celda.

-¿No lo ven desde cuándo?

-El sábado anterior a la pandemia lo vimos, hubo visita. Las violaciones a sus derechos han sido tremendas. Lo tuvieron 80 días incomunicado.

Danelly hace un recuento del caso: A su hermano lo detuvieron el 13 de marzo de 2018 y lo llevaron al Sebin. Casi de inmediato lo trasladaron a la Dgcim de Boleíta, donde estuvo aislado de su familia durante 40 días y perdió 12 kilos. Allí estuvo hasta abril de 2019. De allí lo trasladaron a la sede de policía militar en Fuerte Tiuna, donde se encuentra actualmente. En Fuerte Tiuna estuvo incomunicado, hizo una huelga de hambre por casi dos semanas, recibió una visita de funcionarios del gobierno y se cumplieron algunas de sus peticiones (liberaron a su compañera, activaron las visitas).

La primera visita en Fuerte Tiuna los impactó mucho, porque a los familiares «nos metieron en una salita y la visita fue a través de un vidrio con un teléfono en la mano».

Desde marzo suspendieron las visitas y la entrega de alimentos. Desde hace mes y medio a Rodríguez Torres le han permitido una llamada semanal de un minuto. La conversación es muy corta.

«Se firmaron indultos. Hemos hablado de sobreseimiento porque mi hermano no ha cometido delito y es inocente. Hemos planteado su libertad. Los que salieron en libertad son personas de oposición; de los militares no han liberado a ninguno. Los que han estado con el gobierno de Chávez o de Maduro no ha tenido ninguna medida. A mi hermano, que impulsó el diálogo, la paz y la reconciliación, lo tildaron de traidor por apartarse del gobierno».

Su hermano es preso de Maduro, concluye: «Para mí mi hermano es un preso del presidente Maduro, De más nadie. Mi hermano reiteró su posición de disentir de su política y lo mandó a meter preso».

De los cuatro delitos que le imputaron inicialmente (espionaje, delito contra la seguridad d la Fuerza Armada, conspiración para el motín e instigación a la rebelión) solo le dejaron uno, y le añadieron instigación a la rebelión.

Internacionalmente han tocado todas las puertas. Nacionalmente, también. «Del gobierno y del chavismo nadie nos atiende. Hemos solicitado reunión con Tarek William Saab y su respuesta es que no tiene nada que hablar con mi hermano». Lo sintetiza así: «En dos años y medio no tenemos respuesta de nadie». Mientras tanto, el mayor general sigue solo en una celda en la que recientemente le permiten tener libros y solo puede recibir una hora de sol tres veces a la semana.