La presidencia de la Comisión Europea y del alto representante para la Política Exterior tienen un mandato de cinco años, la del Consejo de dos años y medio renovables y la del BCE de ocho años
Esta semana se definieron los más altos cargos de la Unión Europea, y los líderes de los veintiocho escogieron a la actual ministra de Defensa alemana, la conservadora Ursula von der Leyen, como nueva presidenta de la Comisión Europea (CE) durante los próximos cinco años.
También designaron al primer ministro belga, el liberal Charles Michel, como presidente del Consejo Europeo; al ministro de Exteriores español, el socialista Josep Borrell, como vicepresidente de la CE y alto representante para la Política Europea de la UE, y a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), la francesa, conservadora Christine Lagarde, como presidenta del Banco Central Europeo (BCE).
El resultado es producto de la presión ejercida por el presidente francés, Emmanuel Macron; la canciller alemana, Angela Merkel, y los dirigentes de los países escandinavos. Es por ello que Francia y Alemania se reservan los cargos con más poder.
Tras tres días de reuniones en Bruselas, los países conservadores consiguieron imponerse y evitar el bloqueo institucional en Europa.
El nombramiento de Ursula von der Leyen pone fin al monopolio masculino en los puestos de poder de las instituciones europeas. Será la primera mujer al frente de Comisión Europea.
Los socialdemócratas, cuyo candidato, el holandés Frans Timmermans, no logró imponerse, perdieron la contienda, y se quedan con el puesto de Alto Representante, que ocupa aún la italiana Federica Mogherini, y con dos años y medio de presidencia de la Eurocámara.
Luego, en noviembre, el socialdemócrata español Josep Borrell sustituirá a Federica Mogherini como jefe de la diplomacia europea.
