Uno de los alumnos de Richard Linares y que ha alcanzado una importante trayectoria competitiva que lo han llevado a sumar distintos trofeos en tarima
Roberto García es un personal trainer y fisicoculturista con más de 20 años de experiencia en el mundo del fitness, además de ser ocho veces campeón nacional.
Mejor conocido como “Lobo Trainer”, García conversó con Contrapunto acerca de su formación e historia como deportista.
Inicios
Actualmente se desempeña en el VIP Fitness Center, pero su camino para llegar hasta aquí no ha sido sencillo, comenzó recién saliendo del liceo, con 16 años en unas barras en la parroquia Coche donde se crió.
“Era una persona sumamente delgada y quería modificar esa estructura de mi cuerpo. Los cambios fueron muy lentos por tener desconocimiento en la parte de nutrición”, afirmó.
Nos cuenta que viene de una familia con tres hermanos y que nunca han vivido mal, pero en su momento no tenía los recursos para invertir en la parte alimenticia, algo fundamental para este deporte del fisicoculturismo.
“Al comienzo como todo principiante comía pasta muchas veces al día, no sabía de la parte de nutrición. A los 18 años hice el curso de entrenador en 1998 como instructor de salas de musculación en el IND, y comprendí cómo debía alimentarme y desde allí me encaminé en este mundo, de la mano de un gran amigo, Marlon Peñaranda”.
Primer Gimansio
Marlon lo llevó a su primer gimnasio, Astro Gym, ubicado en la parroquia de El Cementerio y fue allí como empezó una carrera llena de éxitos y al servicio de llevar el mensaje de una vida saludable.
Pero el objetivo de Roberto García era cambiar su físico, al principio a pesar de verlo como un hobbie, se lo tomaba en serio. La situación económica no era la mejor en aquella época, razón por la que abandonó sus estudios en la Universidad Alejandro Humboldt.
De igual manera, le tocó trabajar en unas maquinitas colocando CDs de Playstation, también tuvo que trabajar como chichero. Tuvo múltiples empleos y ayudó con la construcción del segundo piso del gimnasio para costearse sus entrenamientos.
Constancia
“En el año 99 seguía entrenando y en el gimnasio donde inició, le dio la oportunidad de emplearse de 7 am hasta las 8 pm. Allí duró cuatro años y desde ese momento decidió que iba a intentar en el mundo del fitness, contra todo pronóstico”, prosiguió.
A pesar de que su genética era muy lenta, García continuó y contra la corriente insistió, aunque le recomendaron que solo se dedicara a entrenar, más adelante las personas reconocieron su error y lo apoyaron.
“En este deporte no solo influye la genética, sino también la determinación y el corazón que uno le ponga para alcanzar los resultados”, aseguró.
Exhibición
Recuerda que su primera meta era hacer una exhibición en el gimnasio y trabajó de manera ardua para ello.
“Soy una persona que me gusta pasar desapercibido y en esa época se acostumbraba a entrenar con suéter ancho, razón por la cual nadie se percataba si habías mejorado el físico o no”.
Por esta razón en una oportunidad continuaba entrenando, hasta que un día al final de la jornada entró en dueño del gimansio y le comentó: “¿Chamo que hiciste? y le comenté que había seguido con mi trabajo y la rutina para ganar mi peso ideal. Allí le dije que quería hacer la exhibición, por lo que me apoyó e incluso se disculpó”.
En ese momento pudo hacer la exhibición y le enseñaron el arte de las poses y la preparación como tal para un evento. Aprendió sobre las restricciones calóricas y se encaminó con los mejores resultados.
Campeón de campeones
Luego fue contactado por un preparador de atletas y así comenzó su carrera a nivel deportivo, cambió su alimentación y utilizó dos anabolizantes y logró aumentar su peso de 71 a 91 kilogramos en aproximadamente dos años.
Para inicios de 2005 realizó su primera competencia como atleta amateur a nivel nacional, con 81 kilogramos obteniendo la segunda plaza en su debut: “Me desanimé un poco porque quería ser campeón, pero mi preparador Moisés Tarazona me dijo que tenía todo el talento para llegar adonde quería y probaríamos una segunda competencia”.
A veces comía sardina y buscaba variantes que no estaban en la dieta pero era la única manera ya que aún no contaba con los recursos para seguir el régimen alimenticio. Posteriormente llegó lo que él describe como las rachas de felicidad y logró titularse campeón nacional ocho veces consecutivas en distintas categorías.
Anécdotas en el fisicoculturismo
Entre sacrificios alimenticios y regímenes para adquirir el físico para competir, García ha vivido al máximo su etapa como deportista. Recuerda el día que le cambiaron la música de competencia en plena tarima, y pasar por ver a otros compañeros que se iban de rumba en pleno proceso de competencia, sin embargo él seguía concentrado sin dejarse llevar por las tentaciones.
De igual manera recuerda en Mérida cuando compitió contra un gran favorito como lo era Carlos Moya, preparado por un campeón mundial, al cual logró imponerse y dar el batacazo en el torneo, en esa ocasión ya era entrenado por Richard Linares, a quien considera como el mejor preparador en la historia de Venezuela.
Llegada al VIP Fitness y el legado de Richard Linares
Describe su llegada al gimnasio donde se encuentra trabajando actualmente como una «travesía», en este sentido considera que el esfuerzo valió la pena ya que conoció a Richard Linares en el Macaracuay Fitness Center, para que le diera su opinión en cuanto a lo que podía dar compitiendo y sus palabras fueron: «Águila no caza mosca, he tenido una trayectoria con gente que le ha ido muy bien y a ti te va a ir mejor».
Destaca el hecho de que Richard Linares lo apoyó desde el principio y creyó en el, formándose así una bonita amistad, tanto así que Roberto lo ve como un padre, una persona a la que admira muchísimo, le tendió la mano y comenzó a trabajar con el desde el gimnasio de Macaracuay.
Por algún tiempo, «Lobo» se dedicó a hacer otros oficios como escolta, trabajaba en un ministerio y se alejó un poco del oficio de trainer personal, sin embargo seguía manteniendo su estado físico. Luego de un año vuelve a contactar a Richard Linares y este le da la noticia que está comenzando un gimnasio propio y queiere llevarlo con el a su equipo de trabajo, algo que no se pensó dos veces: «Como decirle que no a mi segundo padre, a mi mentor».
Mantenerse en forma en época de pandemia
Afirma que el tema de la pandemia por el coronavirus fue un hecho que sorprendió a todos, recuerda que un jueves llegó al gimnasio y ese mismo día cerró hasta nuevo aviso. «Con los conocimientos que tenemos en este tema, me permitieron estructurarme un plan en lo alimenticio y de acuerdo a mi genética, tomando en cuenta a las restricciones que me iba a enfrentar por no estar activo laborando.
«Reduje el entrenamiento a tres días a la semana, seguía comiendo hasta seis veces al día pero con menos porciones. Incluí entrenamientos para todos los grupos musculares en diversos movimientos. Con dos mancuernas uno se puede mantener, ya que el pilar de esto es la alimentación, uno refleja lo que come. Comencé a cumplir este plan de contingencia y para solapar la baja calórica entrene menos días y los restantes solo comía y descansaba».
Asegura que el encierro por la cuarentena activa la ansiedad, y el ejercicio físico contrarresta esto ayuda a sentirse mucho mejor: «Nuestro sistema inmune se mantiene fuerte y podemos comer sin remordimiento, si comemos tres veces hacemos una quema calórica que hace que te mantengas en un peso standard».
«Es importante dedicarle al menos una hora al ejercicio, no solamente para nuestro bienestar físico sino también para nuestra salud mental».
Lo más difícil de ser entrenador en Venezuela
Para «Lobo» ser entrenador en Venezuela no es tarea fácil porque actualmente considera que los cursos que se realizan «carecen de cierta profundidad», sin embargo la formación es aceptable como para estar aptos para entrenar a una persona.
«El mundo del fitness nos ha invadido y en Venezuela no es fácil porque todo es dinero, todo el mundo quiere lucir bien, pero no tienen el dinero suficiente para costear un gimnasio, la alimentación y un entrenador personal».
Considera que para poder llamarse entrenador se debe tener una formación integral en todos los sentidos y saber dominar una serie de temas que benefician a la persona para llevar una vida saludable.
«Ser entrenador en Venezuela no es fácil, hay muchas limitantes, no es el trabajo mejor pagado pero es muy gratificante. Yo amo mi trabajo, amo aportar salud y hacer sentir bien a la gente», destacó.
En cuanto al fisicoculturista lo considera más complicado, debido a que la situación país no ayuda y es una disciplina que no ha sido muy bien apoyada departe de los entes respectivos: «La preparación es difícil y muchas veces más costosa que el premio que recibes al quedar campeón en una tarima o un trofeo. Si quieres ser campeón debes sacrificar muchas cosas, es un deporte 24-7».
Determinación para cambiar
A quienes quieren iniciarse en el mundo del fitness y cambiar su físico asegura que es cuestión de querer, que no hay que dejarse desmotivar y todo depende de la determinación que se tenga por cambiar.
Advierte que es un proceso lento, y que lo idóneo es poder disfrutarlo y llevarlo con calma, solamente se puede lograr el objetivo siguiendo los pasos al pie de la letra y con la ayuda de entrenadores profesionales.
«Lo que hace que tengas resultados es poder contratar a personas que te sepan guiar, solo así se garantiza alcanzar el objetivo».
De igual manera habla de la importancia de un psicólogo deportivo en caso de que exista algún tipo de problemas de autoestima y hacer un trabajo conjunto con el entrenador personal.
Reactivación de los gimnasios
El proceso de reactivación del gimnasio donde labora ha sido muy bien estudiado, en pro de los empleados y usuarios para garantizar que se cumpla con el distanciamiento y lo necesario para evitar el contagio por la COVID-19.
“Si el gimnasio pone una normativa se deben cumplir a cabalidad, debido a que representa un riesgo tanto a nivel personal como para la persona que tienes alrededor. Recordar que ir al gimnasio es importante para fortalecer la parte inmune ya que el sedentarismo no es recomendable”.
Afirma que la mascarilla genera mareo en entrenamientos como en la caminadora y otras máquinas, razón por la que es determinante mantener el distanciamiento social.
Recomendó entrenar ya sea en un gimnasio o desde casa ya que es sumamente importante en esta situación, siempre con el asesoramiento adecuado. “Es un cambio radical pero si se puede, tengo mucha fe y confianza, los venezolanos somos unos guerreros y podemos adaptarnos a esta nueva realidad”, finalizó.
No olviden seguirlo en Instagram a través de su usuario @lobo_trainer allí pueden contactarlo para asesorías y les remitirá su contacto telefónico con el cual les hará una encuesta para así poder iniciar los entrenamientos bajo su tutela.