«El Gato» España, de pelear en las calles a gloria deportiva de nuestro país

Arnaldo Fernández l @fernandzarnaldo Fotos: Alonso Calatrava

Fue el primer campeón mundial peso ligero en la historia del boxeo de Venezuela, noqueador y con la seguridad de su pegada en cada combate que disputó

Ernesto «El Gato» España es una de nuestras leyendas y glorias deportivas, el primer campeón mundial de los pesos ligeros en la historia de nuestro boxeo nacional.

Oriundo del sector agrícola de La Flor de los Hicoteos, en el estado Bolívar, tuvo unos duros inicios para llegar a la cima de su profesión, como efectivamente logró hacerlo, hasta convertirse en monarca mundial en su división.

La pegada del «Gato» era sumamente fuerte y lo comprueban sus 13 rivales derrotados por la vía del cloroformo en el primer round, y los 29 durante su carrera. Además, cabe destacar que fue el primer campeón luego de la era de Roberto “Mano de Piedra” Durán. 

Desde nuestros estudios, Contrapunto tuvo el honor de recibir la visita de esta eterna gloria deportiva de nuestro país y pudimos compartir y dar un repaso por su exitosa trayectoria, con un toque de humor que lo distingue como un venezolano jocoso y chicharachero.

Sus inicios

«El Gato» viene de una familia humilde y fanática del boxeo, sus inicios se dieron en la calle: «Mis inicios no fueron nada fácil porque yo soy campesino», comenzó afirmando el excampeón mundial de los pesos ligeros.

«Nací muy lejos de la ciudad, tuve que ponerle un mundo para poder entrenar. Tuve un gran entrenador», señaló.

«Yo tenía esa vena boxística desde carajito,yo peleaba en la escuela,en la calle, en el campo. La primera pelea que hice con público fue en la calle y gané».

Asegura que su padre era fanático del boxeo, peleador callejero y que a pesar de venir de una humilde familia campesina, eran gente que le gustaba mucho la fiesta y el baile: «Uno viene de esos orígenes, luego descubres que peleando, haciendo lo que te gusta, te pagan y puedes montarte en avión, vivir en otros países como lo hice yo, tener hijos por todos lados» (risas).

Trayectoria por el amateur

Fue llamado a la selección de Venezuela con pocos combates, en aquella época lo observaban y llegó a disputar únicamente 29 peleas en esa categoría. Recuerda lo difícil que era derrotar a Luis Beltrán, de quién asegura en tono jocoso que para sacarlo de la selección había que tumbarlo como en 10 ocasiones: «Jodí primero a Calzadilla que había derrotado a Luis Beltrán y después me gané a Luis Beltrán», subrayó.

Esa victoria la recuerda España porque fue la primera vez que se montaba en un avión desde Cumaná hacia Caracas, y el viaje valió la pena porque alcanzaría el objetivo.

Llegada al profesional

«Primero me traslado en Caracas, había necesidad en mi, no tenía mánager y yo quería pelear, aunque habían muchos tras de mi. Me pusieron una pelea y yo dije bueno, aquí mato la liga. Me vieron guanteando con Alexis Argüello y no había debutado aún», destacó.

En el Teatro Caracas, allí debutó Ernesto España, nos cuenta que la gente pagaba por ir a ver los guanteos con el legendario pugilista nicaragüense: «Me ofrecieron 50 dólares y yo les dije, bueno vamos a echarle».

Consultado sobre si se amilanaba por guantear con el pugilista centroamericano, su respuesta fue sencilla y contundente: «Yo estaba convencido de que yo me ganaba a Alexis, pongánmelo donde quieran, no peleé con él aunque fui número 1 en la categoría y con «Mano e Piedra», yo quería pelear con él, había noqueado a tres venezolanos y yo siempre pensé que yo me lo ganaba, le metía el upper, el latigazo».

Asegura que su pelea contra el pugilista panameño no se dio, pero no por miedo del boxeador, sino por el temor del manejador de Durán.

Su primer sueldo como profesional lo recuerda mal, fueron apenas «400 bolos», un combate que fue a ver Alexis Argüello y obtuvo la victoria por nocaut en el segundo asalto.

Fue en las instalaciones del estadio Roberto Clemente, en San Juan, Puerto Rico, cuando «El Gato» tuvo la oportunidad de disputar el título de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), contra el trinitario Claude Noel.

La pelea no fue para nada sencilla: “Este tipo pegaba duro, me tumbó y a mi nadie me había tumbado. No me quedé tranquilo hasta que no se levantó. Era como la guerra, matar o morir. Yo pensaba que me tenía que levantar y matar ese hombre, el tipo me aguantaba y se me alargó la pelea, en el round 13 lo agarré y lo dejé frito», prosiguió entre risas.

Se ganó 15 mil dólares y le compró un camión a su padre, apenas llegó a su casa le dijo al papá «aquí están los 15 mil dólares anda para la flota».

El primer campeón mundial peso ligero de Venezuela

En esa pelea de título mundial, España recuerda como desde la esquina le gritaban que iba a ser el primero, el primer campeón de peso ligero en la historia del boxeo venezolano, una mención que obviamente ya nadie le quitaría.

Y fue así como lo demás se convirtió en historia para esta leyenda del boxeo venezolano, que tan alto pudo dejar a Venezuela en cada presentación.

Gloria deportiva

Interrogado acerca de cómo siente el trato de los entes deportivos ante su condición de excampeón del mundo y gloria deportiva, la respuesta fue muy sincera: «Aquí tratan a todo el mundo mal, a mi, a los peloteros, a todo el mundo. Donde se involucra la política y empiezan a crear las fundaciones, ya se ha muerto un presidente y otros, esperemos que eso no caiga en manos de gente que fueron y no pudieron, porque tenían políticamente una finalidad».

Asegura que la política está superando al deporte porque a su juicio «da más billete» o «pueden robar de un solo carajazo y se van».

«¿Qué gano yo con 500 o 600 mil bolívares ahorita? Si para pagar el pasaje en autobús hay que dar como 4 billetes de 50», afirmó.

Asegura que es una gloria deportiva que hizo seis peleas de campeonato mundial y que se retiró pero que nadie le quitó su puesto, razón por la que merece el reconocimiento como lo grande que fue su carrera deportiva.

Boxeo como negocio

A pesar de que el boxeo siempre fue un negocio, asegura que actualmente no distinguen lo que es invertir, y que cuesta que Venezuela vuelva a tener cuatro o cinco campeones mundiales, ya que actualmente no existen promotores como Rafito Cedeño.

En esa época asegura que como boxeador tenía todas las facilidades de hospedaje y traslado y podía desarrollar su carrera como se debía. a la altura de un atleta de alto rendimiento.

«Todo el mundo quiere agarrar un boxeador hecho, pero invertir significa hacerle una carrera a los muchachos».

Lujos como boxeador

Interrogado acerca del mayor lujo que se dio en su carrera como pugilista, no dudó ni un segundo en recordar el Central Park: «Me llevaron para allá a entrenar y a esconderme (risas). Allí firmé una vaina y me fui pal´carajo».

No se arrepiente de nada como boxeador, sin embargo, asegura que sería más disciplinado: «Tendría menos mujeres, nunca fui borracho como la gente cree, pero si me gustaban mucho las mujeres. Entonces tendría más disciplina, no hubiera dejado una hija por allá en Estados Unidos, esas cosas no se deberían hacer, es lo único que me arrepiento, pero lo demás fue pura gloria y satisfacción».

A la nueva generación le recomienda que se cuiden y que lo hagan más de lo que el lo hizo y todas esas glorias de nuestro boxeo venezolano: «Coño que se cuiden mucho, a los muchachos hay que saberlos llevar también, yo he visto un muerto matando un vivo. El inversionista tiene que invertir, no puede llegar a cobrar todo de una vez. Yo hice seis peleas de campeonato mundial, y de eso he vivido tranquilo», finalizó.