El sector de las telecomunicaciones es el más activo desde hace un año en la isla, hasta entonces uno de los países menos conectados del mundo
Aunque de una forma poco convencional los cubanos empezaron a tener wi fi en sus casas desde la ultima semana del mes de Julio, en otro paso hacia la masificación de internet en la isla, siempre bajo la atenta mirada del gobierno, que la usa para defender la revolución, dice su viceministro de Comunicaciones.
«La revolución es un fenómeno que los cubanos abrazan y que defienden en cualquiera de los campos, en los campos terrenales y de ser necesario también en los campos virtuales», asegura Ernesto Rodríguez Hernández en una entrevista con la AFP.
Para el viceministro, internet y la redes sociales sirven «para posicionar la verdad de Cuba, no para manipular las cosas», lo que convierte la red en un nuevo campo de batalla político-ideológico, en momentos de fuertes tensiones diplomáticas con Estados Unidos.
El sector de las telecomunicaciones es el más activo desde hace un año en la isla, hasta entonces uno de los países menos conectados del mundo.
En diciembre pasado llegó la 3G a los teléfonos móviles, lo que permitió el surgimiento en la redes sociales de una comunidad muy activa que expone sus críticas al gobierno, sobre todo frente a las dificultades cotidianas.
Los cubanos podrán ahora importar tecnología para capturar desde sus casas la señal inalámbrica de internet que el operador estatal Etecsa irradia desde antenas en parques y plazas.
Esa señal podrá ser luego distribuida en sus viviendas a través de routers, que también están autorizados a importar, y contar con internet wifi a domicilio. El estado no provee conexión física de forma masiva.
«El objetivo del país es propiciar un acceso cada vez más inclusivo (…) del servicio de internet por toda la población», afirma el viceministro.
Precios elevados
Pero los requerimientos técnicos que establece la nueva legislación, sobre todo en términos de frecuencia, condenan a muerte a las redes informales que los cubanos fueron tejiendo en los últimos años.
Para Rodríguez, este «reordenamiento» en «el uso del espectro radioeléctrico» es un «derecho soberano» del Estado cubano.
Además, se mantiene la tarifa de un dólar por hora de navegación, que resulta exorbitante en un país donde el salario promedio es de 50 dólares. El paquete 3G más barato es de 7 dólares por 600 megas.
En las redes sociales, varios cubanos lanzaron hace varias semanas la campaña #Bajenlospreciosdeinternet.
Desde que llegó la internet inalámbrica en 2013, la hora de navegación «ha bajado más de cuatro veces el costo y seguirá bajando en la medida que las capacidades y que las posibilidades de las infraestructuras de comunicación lo permitan», explica Rodríguez.
En la isla, con 11,2 millones de habitantes, funcionan 1.400 zonas wifi, 80.000 hogares acceden a internet y 2,5 millones tienen acceso a la 3G.
Pero el gobierno parece avanzar en este terreno con desconfianza. «Las tecnologías no son apolíticas como hoy se tratan de presentar (…) son manipuladas, se usan», advierte el viceministro.