La socióloga y profesora universitaria señala que hay fuerzas despolarizantes que espontáneamente están surgiendo en la sociedad. Como integrante de una iniciativa de encuentro de todos los sectores, Stelling defiende el microdiálogo y los microacuerdos
La cédula de identidad debe ser de las pocas cosas en común que tienen Maryclen Stelling y Pedro Nikken. Pero ambos han logrado verse a las caras, conversar y aceptarse como lo que son: dos personas con verdades distintas pero dispuestas a caminar hacia el mismo horizonte.
Stelling, socióloga y profesora universitaria, forma parte de una iniciativa de entendimiento promovida por chavistas, opositores y ni-ni que se manifestó públicamente el viernes 23 de agosto y que ella describe como «un espacio plural dialogante» que quiere «construir una red dialogante».
Fiel creyente del poder del diálogo, la analista decide ser juez y parte e insistir en que la gente está encontrándose para resolver problemas cotidianos y concretos.
«Hay un desgaste de la polarización que los políticos no han captado», asegura Stelling en conversación con Contrapunto. Hay fuerzas despolarizantes que están surgiendo espontáneamente, subraya.
Defiende el «diálogo de la gente, por la gente y entre la gente» para reencontrarnos como venezolanos «de cualquier tendencia política».
«Pertenezco a un grupo plural donde hay expresiones de la pluralidad política del país, que tenemos más de dos años reuniéndonos, planteando el problema del diálogo en el país», refiere. En ese grupo, que comenzó con seis personas y ya va por once, «están todas las expresiones del mapa político en Venezuela».
Stelling habla en primera persona del entendimiento porque lo ha practicado: «Aprendimos a respetarnos, aprendimos a comunicarnos con un lenguaje común sin utilizar categorías polarizantes, sin adjetivar, sin calificar».
Han hecho asambleas amplias y crearon tres comisiones de trabajo: de microacuerdos y microdiálogo; de articulación y de comunicación.
Sus integrantes comparten el criterio de que la crisis «debemos resolverla los venezolanos y entre venezolanos» y apoyan «el diálogo en Barbados, que es un diálogo político y de las cúpulas políticas».
El grupo busca, entre otras cosas, «que dejemos de mirarnos como el enemigo que hay que destruir y vencer, sino a mirarnos como venezolanos que tenemos problemas en común por resolver; uno de ellos es la polarización y la radicalización».
En el país todavía «categorizamos desde la polarización, interpretamos un suceso desde la polarización, adjetivamos desde la polarización, narramos desde la polarización, los medios de comunicación construyen sus relatos informativos desde la polarización», diagnostica.
Mostrar las experiencias de microdiálogo ayudará, según Stelling, a ver que es posible el entendimiento.
En definitiva, como lo ratifica la socióloga, la sociedad venezolana no puede levantarse de la mesa, y las élites políticas tampoco deben hacerlo.