Este personaje histórico es un símbolo de identidad de los venezolanos, y su polarización ha dejado un saldo positivo, porque ha llevado a reencontrarse con la historia del país, aseguró Torres Iriarte
A propósito de los 190 años del fallecimiento de El Libertador Simón Bolívar, el presidente del Centro Nacional de Historia, Alexander Torres Iriarte, señaló, en entrevista para Contrapunto, que la polarización de la figura de Simón Bolívar «es expresión de madurez social y política de la sociedad«.
Agregó que «la polarización per se no es mala, porque hay un despertar de ambos grupos que quieren representación». La polarización «es inherente a los procesos de cambio de los asuntos sociales y políticos«, aseveró.
Indicó que «Bolívar siempre ha sido susceptible a dos miradas predominantes, es totalmente amado o totalmente odiado, lo abrazas con pasión o lo expulsas con odio, es un personaje polarizador».
Explicó que la polarización de este personaje ocurre porque «hay una clara identificación entre las clases populares y la figura de Bolívar. Él siempre ha sido en el imaginario popular un héroe, un personaje muy querido, amado y respetado, mientras que los grupos elitescos lo odiaban a muerte, pero Bolívar es parte del venezolano de a pie».
Es muy difícil que el venezolano, independientemente de su tendencia política, no se sienta identificado con la figura de Simón Bolívar», subrayó.
Torres Iriarte añadió que desde que Bolívar murió ha habido un culto bolivariano, «en los estados hay plazas Bolívar, se acuñó el Bolívar como moneda nacional, se creó el Panteón Nacional donde reposan los restos de El Libertador».
Dijo que «en los últimos 20 años, con el proceso de la revolución bolivariana, hubo una reafirmación del bolivarianismo, y mucha gente confunde la figura de Bolívar con la enemistad o el odio que se le tiene a una fracción o grupo político. Se endosa el odio y se confunde el símbolo del padre de la patria, algo que no es un proceso nuevo», aseveró. Explicó que «hay gente que asocia el bolivarianismo con el chavismo, pero el primero es incluso más complejo».
Bolívar debería ser, para los venezolanos, «símbolo de dignificación y movilización nacional, es decir, ser bolivariano es estudiar más, ser más optimista, más afectivo, construir un mejor país, creer en la paz, la democracia y el republicanismo como modelo o vía para la integración social», dijo.
Torres Iriarte, como docente, señaló que hay un vacío formativo en la materia para los jóvenes que se están formando en los centros educativos, un desapego, un desamor hacia la historia de su país, «además de un profundo desconocimiento hay un profundo desprecio«, sostuvo.
«La espada de Bolívar representa la construcción de un nuevo sujeto social, inclusive en la dimensión militar», finalizó.