El dirigente político Jorge Barragán, portavoz de Asuntos Internacionales del Lápiz, alzó su voz este jueves en rechazo a la reciente orden ejecutiva firmada por el presidente estadounidense Donald Trump, que impone nuevas restricciones migratorias a ciudadanos venezolanos. La medida, impulsada por el senador Marco Rubio, desató una ola de críticas tanto en Venezuela como en sectores de la diáspora.
Barragán calificó la orden como “abiertamente discriminatoria y desproporcionada”, asegurando que se trata de una política que no responde a criterios técnicos ni de seguridad, sino a una construcción política.
“Resulta alarmante que Venezuela sea incluida en esta lista cuando los propios datos del Departamento de Estado de EEUU revelan que los venezolanos no representan una amenaza significativa en términos de seguridad nacional, ni figuran entre las nacionalidades con mayores tasas de permanencia irregular”, expresó el también internacionalista de la Universidad Central de Venezuela.
En efecto, según datos oficiales del gobierno estadounidense, en 2023 apenas el 1,3% de las visas de no inmigrante emitidas por Estados Unidos fueron otorgadas a ciudadanos venezolanos, una proporción muy inferior a la de otros países como México, India o Filipinas.
Barragán señala complicidad de sectores opositores
El representante del partido Alianza del Lápiz también señaló una “grave responsabilidad compartida” por sectores del liderazgo opositor en el exilio, a quienes acusó de haber impulsado una narrativa que vincula a toda la migración venezolana con estructuras delictivas como el Tren de Aragua.
“Esta narrativa, construida para justificar sanciones y obtener apoyo logístico internacional, ha terminado alimentando estigmas y percepciones negativas generalizadas sobre los venezolanos en el exterior”, dijo Barragán en un contacto con contrapunto.com. “No lograron un cambio político, pero sí facilitaron políticas antiinmigrantes que hoy perjudican a estudiantes, familias y profesionales que buscan un futuro mejor”.
Una medida con alto costo humano
Para el dirigente político, la orden ejecutiva no solo carece de fundamento técnico, sino que vulnera principios esenciales del derecho internacional. “Atenta contra la Carta de las Naciones Unidas y los convenios internacionales sobre derechos humanos y no discriminación”, advirtió.
Barragán insistió en que la medida castiga injustamente a una diáspora que ya ha sido golpeada por el colapso institucional y humanitario del país. “Se está cerrando la puerta a quienes buscan sobrevivir, progresar o reunificarse con sus seres queridos. Esto no es política migratoria: es castigo colectivo”, expresó.
Llamado al respeto y al diálogo diplomático
Finalmente, Barragán hizo un llamado a abandonar el uso de la migración venezolana como herramienta política. “Ni Marco Rubio ni quienes promovieron esta narrativa desde la oposición han logrado una transición democrática. Lo único que han hecho es cerrar más puertas y cargar de más peso a una población ya desplazada y vulnerable”.
“Es momento de apostar por estrategias que prioricen la dignidad humana, el entendimiento regional y el diálogo diplomático. Usar a los migrantes como peones en una agenda electoral no es solo irresponsable, es inhumano”, concluyó.
La medida de Trump ha generado fuertes reacciones en redes sociales, protestas de activistas en Miami y llamados a revisión por parte de organizaciones de derechos humanos. La comunidad venezolana en el exterior, con más de siete millones de personas desplazadas en la última década, continúa siendo una de las más vulnerables en el continente.