El actor Michael Madsen, reconocido por sus memorables papeles en clásicos de Quentin Tarantino como Reservoir Dogs y Kill Bill, falleció este jueves a los 67 años tras sufrir un paro cardíaco en su residencia de Malibú, según confirmó su representante a Variety.
Madsen, cuyo estilo rudo y carisma único lo convirtieron en una figura emblemática del cine independiente y de culto, fue encontrado inconsciente en la mañana del jueves. Los servicios de emergencia acudieron al lugar, pero no lograron reanimarlo.
Una carrera llena de personajes inolvidables
Con una trayectoria que abarcó más de cuatro décadas, Madsen dejó una huella imborrable en el cine con interpretaciones como Mr. Blonde en Reservoir Dogs (1992) y Buddy en Kill Bill: Vol. 2 (2004). Su presencia en pantalla, combinando intensidad y magnetismo, lo convirtió en un favorito de los directores de cine noir y acción.
En los últimos años, el actor había mantenido una activa participación en proyectos independientes. Entre sus trabajos pendientes de estreno se encuentran Resurrección en el Camino, Concesiones y Cookbook for Southern Housewives. Además, planeaba publicar un nuevo libro de poesía y reflexiones titulado Tears for My Father: Outlaw Thoughts and Poems.
Un adiós sentido en Hollywood
En un comunicado conjunto, sus representantes Susan Ferris, Ron Smith y la publicista Liz Rodríguez expresaron: «Michael fue un talento único, un hombre de gran profundidad artística y un amigo leal. Su legado en el cine perdurará, y su ausencia dejará un vacío en todos los que tuvimos el privilegio de conocerlo».
El fallecimiento de Madsen ha conmocionado a la industria cinematográfica, donde colegas y admiradores han comenzado a rendirle homenaje en redes sociales. Su interpretación de personajes complejos y su inconfundible voz quedaron grabados en la memoria del cine moderno.
Hasta el momento, no se han dado a conocer detalles sobre los servicios funerarios. Madsen deja atrás una prolífica carrera y una familia que lo recuerda con amor.