«La historia es la historia y uno no puede pretender que se repitan los hechos históricos. Hasta los filósofos que hablan del eterno retorno o de la circularidad de la historia de (Friedrich) Nietzsche o (Karl) Marx, quien también hablaba de ese tema, dicen que los hechos no se repiten, se repiten situaciones o esquemas desde el punto de vista analítico», expone Ángel González
El 27 y 28 de febrero son fechas para conmemorar el luto más grande que ha sufrido Venezuela, «La Masacre del Caracazo«. Sentaron días grises en la historia del país.
Un reporte oficial indica que los fallecidos fueron 276, pero las investigaciones y los cuerpos encontrados en fosas comunes arrojan que son 3.000 o más, quienes murieron a manos de las fuerzas de seguridad: la Policía Metropolitana, el Ejército y la Guardia Nacional. Algunos familiares aún no saben dónde reposan las osamentas de sus seres queridos.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sentenció a favor de los familiares de las víctimas en 1999, para el 2004, bajo el mandato de Hugo Chávez, algunos de sus deudos fueron indemnizados. Fue un acto privado porque así lo pidieron los afectados.
El investigador social y analista político, Ángel González, habló con Contrapunto.com sobre las posibilidades o no de un posible estallido social en la Venezuela de la actualidad.
–¿Es posible que en la Venezuela de hoy se viva otro hecho como «El Caracazo». Sí, no y por qué?
Ángel González responde con un rotundo no y argumenta su respuesta.
–Han pasado 35 años y muchas cosas desde aquellos hechos, tanto en el mundo como en Venezuela, han cambiado. El neoliberalismo tuvo una atracción muy grande en el mundo (en las décadas de los 70 y 80). Carlos Andrés Pérez tuvo una fijación por esa propuesta. El chavismo fue una respuesta al neoliberalismo (…) ya han pasado muchas cosas a nivel cultural, la comunicación y el discurso de lo político se ha extendido mucho más. La gente maneja mucho más el discurso político por la facilidad que ha tenido el boom de la comunicación e internet. Cuando hay ese discurso o ese acceso, más lo que es la reflexión política y la discusión política, el análisis hace que la mediación tenga mucho más peso en las cosas; entonces estas explosiones espontáneas son menos factibles porque ya hay más mediación política en el discurso y en la cultura, por más que se den las condiciones económicas, que ciertamente hay unas condiciones económicas que son similares a las que se dio en Venezuela en aquella época.
Prosigue con sus argumentos
–En El Caracazo hubo algo, pasó algo que movió algo tanto en lo político como en lo económico a la sociedad. Es mucho menos probable que se den cosas así irracionales o espontáneas. El Gobierno de Nicolás Maduro ha dado un giro en los últimos años como respuesta a una propia crisis económica que se le vino encima. Su respuesta fue tratar de contener los indicadores económicos con cierto giro hacia la política económica liberal, que no es el liberalismo económico, no es lo mismo que el liberalismo político, no como sabemos, pero trato de contener para mantener el déficit fiscal, (aplicó) una política más restrictiva en cuanto a la expansión monetaria, porque también se iba quedando sin recursos del cual disponer. Todo eso ha sido un poco aparatoso en la forma de hacerlo ahorita, pero la crisis, que entró desde el año 2015 o 2016, que fue muy fuerte, tuvo diferentes tipos de respuesta por parte del Gobierno hasta que a partir de 2018 fue poco a poco modificando su forma responder a la crisis.
El PSUV en los barrios
–Eso viene también mezclado o arropado por un conjunto de situaciones políticas y sociales que hacen que el contexto a nivel de los sectores populares sea diferente. Tenemos una cosa que no existía en esa época, por ejemplo: La penetración política. Es decir, el partido de gobierno (Partido Socialista Unido de Venezuela) es muy grande; tiene presencia en casi todos los espacios territoriales comunitarios. Hay diferentes tipos de formas de organización, los consejos comunales y el Clap (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) son algunos. Ahí vamos de lo político y de lo económico mezclado, que promovido desde el Gobierno tienen presencia en el territorio. Entonces todo esto funciona como una logística de presencia en el territorio que resulta una especie de contención de los elementos de la crisis.
El entrevistado aclaro lo siguiente:
–Esto puede ser visto de dos maneras: desde el chavismo te pueden decir que eso es bueno, porque eso implica que el Gobierno está desplegado en el territorio, en lo micro y que hay una participación. En cierta manera se supone que eso es así. Por el otro lado, los opositores del gobierno te pueden decir que esos son más bien mecanismos de control social y puede haber algo de de eso también o lo hay, pero en todo caso está ese elemento allí, que es un elemento distinto que hace que las reacciones a la crisis sean diferentes. Sumado al sistema de bonificación del gobierno desde las bolsas o cajas de los paquetes de comida hasta los bonos que dan, que cualquiera lo puede ver. Como dicen muchos analistas, entre ellos Luis Vicente León, Asdrúbal Oliveros o Francisco Rodríguez cualquiera de te puede decir: «Eso no resuelve las cosas, pero es mejor que estén a que no estén».
–Todas esas cosas se conectan cada una. Esos elementos no son la razón por la que sucede o no sucede una reacción social. Siempre son un conjunto de factores. Todos sabemos ahora porque la gente tiende a buscar un elemento como respuesta. No hay una única causa y sobre todo en los asuntos sociales. Es muy difícil que hayan hechos (como El Caracazo) que tengan una sola causa, siempre son múltiples y son relaciones complejas entre diferentes elementos. Entonces todos estos elementos (bonos, Clap, penetración del PSUV en los barrios, consejos comunales) de cierta manera hacen que se contenga la crisis o las reacciones.
Sobre las reacciones en la Venezuela de hoy, el entrevistado sostiene lo siguiente:
–No es que no han habido. Siempre hay protestas pequeñas, digo pequeñas en comparación con El Caracazo. Están las protestas de los maestros, protestas de los trabajadores, incluso de comunidades por la deficiencia de los servicios. Siempre hay y el Gobierno ha tenido una forma de ir conteniendo paso a paso y fragmentadamente cada una de esas protestas. Es decir, lo del Caracazo y su impacto, fue la protesta, pero también buena parte fue la represión, la respuesta brutal que tuvo el gobierno de ese entonces.
Las protestas del 2017 no fueron tan espontáneas
–Nosotros venimos de las protestas en 2017. Fue una protesta que tuvo un matiz político. Esas protestas que fueron entre lo informal y lo organizado, porque también hay que decirlo, ahí hubo una participación popular, pero también hubo una participación de sectores políticos que las organizaban. En esas protestas los jóvenes estudiantes se organizaron para protestar. Fue importante, (se realizaron) en todo el país y fue una una situación bastante dura, lo que no se puede esperar es que sea una cosa igual al Caracazo como algunos otros esperan.
–Hay que tomar en cuenta muchos aspectos. En cuanto a lo del estallido, tú no puedes hacer un estallido espontáneo porque tú ves que la propia frase te da una contradicción, pero eso lo intentaron hacer y fue parte del discurso de la oposición, que fue un error político, incluso a manera de ver, era tratar de esperar de que hubiera sido un estallido porque ya había habido uno en el año 1989 que por cierto, El Caracazo tampoco tumbó el gobierno. Desde todo punto de vista era un error garrafal político.
La historia no se repite
–La historia es la historia y uno no puede pretender que se repitan los hechos históricos. Hasta los filósofos que hablan del eterno retorno de la circularidad de la historia de (Friedrich) Nietzsche o (Karl) Marx, quien también hablaba de ese tema, dicen que los hechos no se repiten, se repiten situaciones o esquemas desde el punto de vista analítico.
–En las ciencias sociales las cosas no son así, no se van a repetir igual. La historia no se repite porque el mundo nunca es el mismo que antes, siempre se están cambiando permanentemente los contextos, hay una progresión, una progresividad del mundo. La historia acumula. En la historia si tú quieres que se repita es porque tú crees que estás agarrando un mismo contexto y como si no hubiese pasado nada en el medio y lo estás volviendo a poner o dices que es algo similar pero no, hay un acumulado de cosas que hacen que la situación sean diferentes tanto en general como en lo particular.
González recordó resumidamente la situación que llevó al pueblo a revelarse contra los comerciantes, que produjeron los saqueos y las quemas de negocios.
Comenta que las personas que votaron por Carlos Andrés Pérez lo hicieron porque su discurso y el de su partido, Acción Democrática, siempre apuntaban al bienestar social en la que el Estado provee seguridad social, el rescate de los servicios, entre otros.
“Hay que tener en cuenta que Carlos Andrés Pérez era el presidente que acababa de ganar dos meses antes las elecciones con altísima popularidad. Venezuela venía de una crisis económica muy fuerte después del Viernes Negro en el año 1983. La esperanza y la alternativa que tuvieron las personas era votar por el candidato, de lo que llamarían ahora populista, Carlos Andrés Pérez, que había tenido un gobierno con mucha prosperidad económica en los años 70, entonces la gente lo veía como esa esperanza de que iba a cambiar la situación”, expresó.
“Carlos Andrés Pérez representaba eso, ¿qué pasa?, dos meses después, Pérez lanza una política de la cartilla del Fondo Monetario Internacional que tenía mucho de neoliberal, una cuestión muy fuerte”, asegura. “¿Qué pasó? Lo que se venía acumulando ya del gobierno anterior, que era una crisis económica fuerte y una inflación muy acentuada porque los precios se liberaron, se empezaron a encarecer muy rápido los artículos y las personas cada vez tenían menos poder adquisitivo. Había un ambiente que estaba contenido, que se venía acumulado y cuando se da este este paquete la gente cayó en la desesperación y se dieron los hechos espontáneo del 27 y 28 de febrero”, sostiene.
El pasado lunes 27 de febrero los familiares y víctimas de La Masacre del Caracazo realizaron un eucaristía en la iglesia La Candelaria para conmemorar los 35 años de ese trágico hecho que enlutó a más de 3.000 familias. Ellos solo claman que se haga justicia, indemnización y que el Estado diga la verdad.
