Las tres personalidades forman parte de la categoría de «líderes», en la que también se destaca la influencia del papa Francisco
El titular de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, son algunos de los latinoamericanos incluidos este miércoles en la lista de Time de las cien personas más influyentes del mundo.
Las tres personalidades forman parte de la categoría de «líderes», en la que también se destaca la influencia del papa Francisco, que repite este año tras haber sido incluido en 2017.
En la reseña que publica Time junto a cada uno de los personajes, Guaidó fue descrito como joven, energético, elocuente, resuelto y, sobre todo, «valiente» por el expresidente colombiano Juan Manuel Santos, autor del artículo.
«Al estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, (Guaidó) fue capaz de finalmente unir a la oposición y convertirse en un rayo de esperanza para un país que anhela un cambio rápido y pacífico», subraya Santos en el texto.
De Bolsonaro, por su parte, se destaca su «carácter complejo» que, según el experto en Ciencias Políticas estadounidense Ian Bremmer, «representa una ruptura radical con una década de corrupción de las altas esferas».
El mandatario brasileño también es descrito como la «imagen de la masculinidad tóxica, un ultraconservador homófobo que tiene la intención de iniciar una guerra cultural y que quizá revierta el progreso de Brasil en la lucha contra el cambio climático».
Mientras, el periodista mexicano Jorge Ramos señala que López Obrador representa un «nítido cambio» con respecto a anteriores presidentes de México, por sus costumbres austeras, su formalismo y su lucha contra la corrupción.
Ramos destaca además que el presidente ha conseguido «desactivar» a su homólogo estadounidense, Donald Trump, al negarse a reaccionar a sus tuits.
Time también resaltó este año el liderazgo de una emigrante hondureña conocida por el seudónimo de «Mirian G» cuya historia se dio a conocer en los medios y que ha sido una de las representantes del sufrimiento provocado por las radicales políticas migratorias impuestas en EE.UU. por la Administración de Trump.