La lucha unitaria debe ayudar a «rescatar a los presos políticos, civiles y militares, y para ayudar a construir la fuerza que habrá de sepultar el engendro histórico conocido como chavismo», afirma el comunicado difundido este viernes 8 de julio
El partido Bandera Roja denunció lo que calificó como una «razia represiva» del gobierno de Nicolás Maduro y llamó a formar un Frente Nacional contra la Represión como un espacio más de lucha unitaria.
«La detención de cuatro dirigentes de Bandera Roja y activistas sociales: Alcides Bracho, Néstor Astudillo, Alonso Meléndez y Reynaldo Cortés, y dos luchadores por los derechos humanos: Emilio Negrín y Gabriel Blanco, saltándose todas las garantías constitucionales y procedimientos legales, evidencia el temor que el régimen de Maduro le tiene a la lucha popular.», señaló la organización en un comunicado. «Además de estas violaciones abiertas a las leyes, está la amenaza y persecución de otros luchadores: el activista social José Castro, los maestros Saúl Pérez y Oxálida Alejos (todos dirigentes de Bandera Roja) y la amenaza velada realizada por Valentín Santana, jefe del grupo paramilitar “La Piedrita”, contra el directivo sindical de Fetra-Salud Pablo Zambrano; aparte de la acción represiva contra los sidoristas por ejercer el derecho a huelga».
«Frente a las amenazas y las tropelías, llamamos a la más amplia unidad gremial y sindical para continuar los senderos de lucha por una vida digna, por trabajo decente y por respeto a los derechos del pueblo trabajador y de todos los venezolanos. Convocamos a enfrentar con reciedumbre toda acción represiva de este régimen retrógrado, a formar un Frente Nacional contra la Represión como un espacio más de lucha unitaria, para rescatar a los presos políticos, civiles y militares, y para ayudar a construir la fuerza que habrá de sepultar el engendro histórico conocido como chavismo», subrayó.
A Bandera Roja, sostiene el comunicado difundido este 8 de julio, «no le perdonan el haberlos desnudado en su real condición de camarilla delicuencial sostenida por un corrupto y degradado alto mando militar, cuyo discurso “socialista” no es más que una cubierta de sus reales posiciones neoliberales y genuflexas frente a las potencias imperialistas China y Rusia. De esa acusación no podrán librarse».