«Solo una vacunación masiva y mantener estrictas medidas sanitarias pueden disminuir los contagios y las muertes por COVID-19 (…) todo lo demás son inventos de unos irresponsables que nada más buscan maneras de hacerse ricos sin importar los daños», sentenció el diputado electo en 2015, Marco Aurelio Quiñones
El grupo opositor de Venezuela que lidera Juan Guaidó denunció este sábado 22 de mayo que el Gobierno de Nicolás Maduro aplique Carvativir -un fármaco sin aval científico elaborado en el país- a habitantes de municipios fronterizos con Colombia, como fórmula preventiva de la COVID-19, ante el anuncio de la apertura de la frontera terrestre, cerrada desde 2015.
«¿Hasta cuándo con las improvisaciones? No existen gotas milagrosas para curar la COVID-19. Unos sinvergüenzas, que seguramente ya están más que vacunados y ni por error consumen ese brebaje», escribió el diputado electo en 2015, Marco Aurelio Quiñones, en su cuenta de Twitter.
Quiñones reaccionó así a las palabras de Freddy Bernal, protector del estado venezolano del Táchira, quien aseguró que una de las primeras medidas que se tomarán ante la apertura de la frontera el próximo 1 de junio «es la aplicación del Carvativir a la población de Ureña y San Antonio».
Se trata de unas gotas que presentó el mandatario Nicolás Maduro el pasado enero que -aseguró- «neutralizan la COVID-19 en un 100% al usarlas cada cuatro horas», una afirmación que recibió duras críticas que lo obligaron a rectificar.
Dos días después, precisó que solo es un producto «complementario» con tratamientos usados para combatir el virus, un dato que tampoco fue certificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En opinión del diputado opositor, el Carvativir es un «invento» del chavismo para «hacerse ricos sin importarles la salud de los venezolanos».