Una tiburona fue capturada por pescadores en Mochima: se trataba de un animal en peligro de extinción; las crías estaban vivas y no las liberaron al mar. Ese hecho nos tocó la fibra a todos, señaló el biólogo Leonardo Sánchez, director del Centro de Investigación de Tiburones.
Sánchez precisó que en las faenas de pesca «se aprovechan los animales y hay maltrato a la fauna, ocurre con las rayas, con los peces». Es grave que esto sea normalizado en la sociedad, acotó.
No podemos permitir que hechos donde haya crueldad ambiental sean tolerado, enfatizó. La criminalización de los pescadores no está bien, hay prácticas culturales y pobreza que llevan a que estas cosas ocurran, razonó. Por eso, propuso que la sanción sea el trabajo comunitario y la educación ambiental.
Hay que definir muy bien qué especies están en peligro de extinción y crear leyes que garanticen la protección de los tiburones de pesca, expresó. Más de 20 especies de tiburones están en peligro de extinción y en el país hay importantes zonas de cría. Hay que sensibilizar a los pescadores sobre el aprovechamiento de las especies, porque hay mucha crueldad, señaló. Instó a hacer una compra responsable del cazón, por ejemplo.