Estudiantes, campesinos, trabajadores del sector bancario, judicial, organizaciones sindicales, sociales, agrarias, entre muchas otras, se organizaron en varios puntos del país para protagonizar el primer paro nacional contra la administración de Iván Duque desde que asumió la presidencia del país
Decenas de miles de trabajadores colombianos suspendieron este jueves sus actividades para sumarse a una huelga nacional de 24 horas convocada por las centrales obreras en contra de las políticas económicas y sociales del presidente Iván Duque.
Bogotá, Cali, Medellín, Rioacha, Tumaco, Bucaramanga, Cartagena, Pasto, Tunja, Valledupar, Sarvena, Neiva y Florencia fueron los puntos de encuentro de las movilizaciones y concentraciones, además de las vías que conectan más de 25 departamentos.
Como en Ibagué, capital del departamento de Tolima, donde sus participantes tomaron las vías.
En Bogotá, grupos de manifestantes con pancartas y banderas de sindicatos se congregaron en el Parque Nacional para salir en dirección a la céntrica Plaza de Bolívar.
Los estudiantes universitarios, quienes el año pasado hicieron una huelga de más de dos meses por falta de recursos, también participaron.
Los integrantes de la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), una de las principales organizadoras de la movilización, se congregaron desde tempranas horas.
Organizaciones sociales y campesinas de la región de El Catatumbo -en el noreste del departamento de Norte de Santander-, unieron sus voces al paro.
El gremio de los caficultores también participó para exigirle al Gobierno un mecanismo de sustentación del precio del grano de café.
A la jornada se sumaron conductores de los autobuses públicos de Bogotá, que en su gran mayoría salieron con sus vehículos a la calle.
El paro nacional surge por el descontento de diversos movimientos sociales, de trabajadores, organizaciones campesinas e indígenas en rechazo a las políticas económicas y sociales del presidente Iván Duque.
En concreto, por la reivindicación de los derechos de las comunidades indígenas, en rechazo a los asesinatos y amenazas contra líderes sociales del país, y contra la reforma laboral que está inscrita en el plan de desarrollo, porque elimina el contrato laboral y el salario mínimo con la formulación de contratación por horas.