Desde el inicio de mayo, y tras una grave segunda ola, la cifra de infectados nuevos se había mantenido en torno a 6.000 y los hospitales comenzaron a descongestiarse, lo que llevó a las autoridades a iniciar un proceso de apertura gradual y a desconfinar decenas de barrios de todo el país
Chile registró este sábado 22 de mayo, por tercer día consecutivo, más de 7.500 contagios de COVID-19, un repunte de infectados nuevos que tiene lugar justo cuando el país parecía dejar atrás una grave segunda ola de la pandemia y pese al avance del proceso de vacunación, uno de los más rápidos del mundo.
«La variación de casos en los últimos siete días fue de un aumento de 13%. Manifestamos nuestra preocupación y llamamos una vez más a no bajar la guardia», señaló el ministro de Salud, Enrique Paris.
Las autoridades informaron de 7.514 casos y 96 decesos nuevos, que dejan el balance total de la pandemia en más de 1,3 millones de contagios y 28.386 fallecidos totales.
En las últimas 24 horas, la tasa nacional de positividad -número de contagios por cada 100 pruebas de PCR- fue de 9,6% tras realizarse casi 30.000 test, y en la Región Metropolitana, la que alberga la capital, fue de 12%
El proceso de vacunación en el país sigue encontrándose entre los más exitosos del mundo -ya se han administrado dos dosis a 50,6% de la población y una dosis a más de 60,3%-, pero el número de contagios volvió a aumentar después de tres semanas de estabilidad.