Congresista republicano abandona el partido por desavenencias con Trump

El congresista denunció «delitos subyacentes» cometidos por Trump que, según él, fueron revelados en el informe de Mueller, y pidió que se iniciara un proceso de juicio político («impeachment») en el Congreso contra el mandatario por haber obstruido a la Justicia

El miembro republicano de la Cámara Baja de Estados Unidos, Justin Amash, anunció este jueves que abandona el Partido Republicano, meses después de convertirse en el primer y único conservador del Congreso que pidió que se iniciara un proceso de destitución contra el presidente estadounidense, Donald Trump.

«Hoy declaro mi independencia y abandono el Partido Republicano. No importa cuál sea su circunstancia, le pido que se una a mí para rechazar las lealtades y retórica partidistas que nos dividen y nos deshumanizan», escribió Amash en un artículo de opinión publicado en el diario The Washington Post.

El congresista, de 39 años y elegido por primera vez en 2010 -los miembros de la Cámara de Representantes en Estados Unidos son elegidos cada dos años-, explicó que está «desencantado» y «asustado» con el sistema bipartidista que rige el país.

«El sistema bipartidista se ha convertido en una amenaza existencial para los principios e instituciones estadounidenses», consideró.

Amash, representante por el distrito 3 de Michigan, ha sido el único republicano que ha criticado repetidamente a Trump después de la publicación del informe sobre la interferencia electoral rusa en 2016 elaborado por el fiscal especial Robert Mueller.

De hecho, denunció «delitos subyacentes» cometidos por Trump que, según él, fueron revelados en el informe de Mueller, y pidió que se iniciara un proceso de juicio político («impeachment») en el Congreso contra el mandatario por haber obstruido a la Justicia.

Asimismo, también dejó el influyente grupo conservador de legisladores House Freedom Caucus, del cual fue miembro fundador en 2015.

En su artículo en el Post, Amash opinó que actualmente los congresistas consideran que la lealtad a su partido «es más importante que servir al pueblo estadounidense o proteger a las instituciones del Gobierno».

«En lugar de actuar como una rama independiente del Gobierno y servir como control de la rama ejecutiva, los líderes del Congreso de ambos partidos esperan que la Cámara de Representantes y el Senado actúen en obediencia u oposición al presidente y sus colegas sobre una base partidaria», aseveró.