A pesar de haber transcurrido tres décadas de la muerte de manifestantes, muchos de ellos estudiantes, al ser atacados por el ejército chino, los acontecimientos siguen siendo censurados por el Gobierno
La madrugada del 4 junio de 1989, cientos de personas murieron en la Plaza de Tiananmen, en Pekín. Este martes se cumplen 30 años de los acontecimientos en los que soldados y tanques del Ejército de Liberación Popular chino se abrieron paso entre miles de estudiantes universitarios y trabajadores, que protestaban desde hacía dos meses para exigir el fin de la corrupción y por una mayor apertura política.
La audacia de reporteros y periodistas, quienes lograron esconder y sacar del país material fotográfico y audiovisual de lo que estaba ocurriendo fue lo que permitió la poca información que, acerca de esa masacre, trascendió fuera del territorio chino.
Aún no hay una cifra oficial de muertos. Las estimaciones iniciales estimaron entre 200 y 2.600. No obstante, en 2017 salió a la luz un telegrama del entonces embajador de Reino Unido en Pekín, Alan Donald, remitido al Ministerio de Asuntos Exteriores británico el 5 de junio, según el cual, se calculaban al menos 10.000 muertes.

imágenes captadas el 2 de junio de 1989, muestran a manifestantes reunidos cerca de una estatua de la Diosa de la Democracia en la Plaza de Tiananmen en Beijing.

Entre las imágenes más icónicas, de las que le dieron la vuelta al mundo, se cuentan las grabadas el 5 de junio, un día después de la masacre, en las que un hombre desconocido -hasta hoy- se plantó frente a los tanques y logró detener por unos minutos el avance de los militares a la plaza.
Para China, aún hoy, su actuación de entonces durante las protestas de Tiananmen fueron «correcta»
Así lo aseguró hace dos días el ministro de Defensa chino, el general Wei Fanghe:
«El Gobierno fue decisivo al parar la turbulencia», dijo el ministro, al argumentar que las manifestaciones eran «una agitación política que el Gobierno central tenía que suprimir, lo que fue la política correcta».
Las Madres de Tiananmen, un grupo de 155 familiares de víctimas de la masacre se han atrevido a hablar públicamente, y solicitan nuevamente al Estado que haga justicia.