Manuel Teixeira: Hay que “prepararse para el escenario electoral en el momento en que se dé”

Texto: José Gregorio Yépez y Vanessa Davies. Fotos: Jonathan Lanza-Contrapunto

Los extremos se deben neutralizar «con política», afirma el diputado y dirigente de Un Nuevo Tiempo. «Debe ser normal que dirigentes chavistas y opositores se reúnan en el Parlamento sin que ir escondidos a verse en una isla», subraya. A su juicio el rearme de un sector de las FARC no debe afectar el diálogo en Venezuela

A Manuel Teixeira no le cuadran las palabras altisonantes ni los extremos. El diputado, hoy dirigente del partido UNT, insiste en que el país debe reinstitucionalizarse “en todas sus dimensiones”, y que para lograrlo el Gran Polo Patriótico debe regresar a la Asamblea Nacional (AN), “a cumplir con la responsabilidad” ante 14 millones de electores.

“Un porcentaje importante de lo ocurrido es porque las instituciones han perdido vigencia y respetabilidad, están sometidas a la disminución de sus facultades y no tienen autonomía”, expone Teixeira en conversación con Contrapunto.

-¿Cómo los obligas a que lo hagan?

-No los obligas. Ellos deben tomar una decisión. Ellos pueden decir misa, pero la gente en la calle entiende que hay unos diputados electos del chavismo que no asisten a la AN por un desacato que ellos inventaron. La gente entiende que el desacato no existe.

-Pero tienen la constituyente.

-La constituyente carece de legitimidad de origen. En el proceso de desinstitucionalización del Estado ellos colocaron una constituyente violando la Constitución en las bases comiciales que nos lleva a esto. Cada error que han cometido violando la Constitución nos lleva a más problemas. Adelantar las elecciones parlamentarias no soluciona el problema. A lo mejor piensan que tomando la Asamblea Nacional estarían en más fortaleza para una negociación, pero eso nos conduciría a más desconocimiento y más sanciones.

-¿Cómo llegan a la AN?

-Tiene que haber presión interna y que factores internos de la coalición que llaman dominante, sensibilizados con los sectores populares y que tienen conexión con la realidad, presionen a su liderazgo para la búsqueda de una solución. Ellos tienen un capital de 25% y quieren seguir haciendo política. Hay una sociedad que presiona al liderazgo oficialista para que entre en la ruta democrática y reinstitucionalicemos el Estado. La sociedad organizada debe presionar con sus protestas pacíficas y constitucionales, o mecanismos ciudadanos, para enviar un mensaje a quienes están enquistados a fin de que reinstitucionalicen el Estado por la gente. El país se nos puede ir por intereses externos.

Teixeira marca una diferencia entre ese porcentaje de la población que se siente chavista y el liderazgo. “El chavismo no es la cúpula que dirige. El chavismo es un sentimiento, es la gente que todavía cree en eso, y es la gente la que debe presionar para que la cúpula se entienda  con la dirigencia opositora, y busquemos un acuerdo, un pacto a 10 años”, propone.

Considera que, “después de un proceso tan largo de falta de instituciones, de presiones internacionales, tenemos que ir a un proceso de reconciliación y de reencuentro, pensando que en el país cabemos todos”. Ese chavismo “se tiene que reencontrar con los sectores que lo adversan”.

Como dirigente opositor y hombre de izquierda afirma que “los sectores que apoyan el modelo chavista, los sectores populares que creen en el modelo chavista también deben buscar mecanismos de presión para que su dirigencia consiga un acuerdo con los sectores opositores a ese modelo”.

-¿En qué términos debe ser la negociación?

-Con absolutas garantías de respeto por la integridad personal, la integridad política; respeto para que puedan seguir haciendo política, darles garantías de que algunas cosas que fueron correctas pero se desvirtuaron se respeten.

-¿Por ejemplo?

-Habría que rescatar lo bueno de las misiones, evitar la corrupción. Pero nadie puede negar que misiones como Barrio Adentro y José Gregorio Hernández tuvieron un impacto inicial importante. En una economía de guerra como la que tiene Venezuela debido a un modelo fracasado al CLAP habría que darle una temporalidad importante mientras se busca el aumento de la producción nacional y el mejoramiento de la capacidad adquisitiva. Durante un tiempo habría que subsidiar a las clases menos favorecidas, que no tienen la culpa. No puede pasar lo de Argentina. Este es un país que tiende a ser de izquierda, con muchos años socialdemócrata y un chavismo proizquierda que después se degeneró, y debes tener un tacto especial.

-¿Qué más?

-Leyes transicionales, de justicia y paz y de respeto, para que la sociedad drene todo ese odio que se ha enquistado.

-¿Cómo neutraliza a los extremos?

-Con política. Debe ser normal que dirigentes chavistas y opositores se reúnan en el Parlamento y que no tengan que ir escondidos a verse en una isla.

-Está parado el proceso de Barbados. ¿Qué hacemos mientras tanto?

-Hay movimientos, ONG, foros de personalidades que están instando a la búsqueda de una solución política acordada, marcos de entendimiento. Hay que aislar a los extremos porque unos quieren permanecer en el poder y otros quieren sacarlo como sea. Este modelo debe salir como debe ser, porque como salga va a generar un impacto en la vida política del país, y por eso abogamos que sea en el marco del respeto y la reconciliación. Debemos tener hombres de Estado, pensando en el país, confluir en ideas generales para que el país transite la ruta del regreso de inversiones extranjeras y reactivación del aparato productivo.

-Vienen elecciones parlamentarias adelantadas. ¿Está la oposición preparada?

-Estoy convencido de que unas elecciones parlamentarias no solucionan el problema. Vamos a un escenario peor. La oposición determinará si hay condiciones y si participa o no. Es parte de un debate que no se está dando. En este momento el debate de la oposición es un acuerdo que ponga fin a la crisis, elecciones presidenciales con condiciones y un acuerdo mínimo de gobernabilidad.

-¿Qué necesitamos para eso?

-Debe haber conciencia y voluntad política para resolver el asunto. Pareciera que un sector sobrevuela la solución pero no la aterriza. Hay que pedirle a ese sector que aterrice la solución, una ruta confiable, un cronograma confiable que permita elecciones presidenciales con garantías y generar confianza en el sector internacional para la eliminación de sanciones de manera progresiva en función de las metas.

Manuel Teixeira es de la opinión de que “hace falta hablarle más claro al país”, y eso implica “prepararse para el escenario electoral en el momento en que se dé”.

Asevera que “la dirigencia opositora debe hablarle claro al país. Si todas las opciones están en la mesa debes prepararte como ciudadano para el momento electoral”, más allá de lo que digan las redes sociales. “Hay que perder el miedo y organizar a la gente”.

-Elecciones este año no se ven.

-No, porque los plazos no dan. Si pides un cronograma verificado, garantizado, se necesitan por lo menos seis meses. Estamos hablando del primer trimestre o al final del año que viene.

-Maduro dice que las residenciales están en la cabeza de Elliott Abrams.

-Todos los actores son libres de decir lo que piensan, pero todos saben cuál es la solución y tienen que aterrizarla.

-¿Ve factible el regreso del PSUV este año a la AN?

-Habría que preguntarse cómo van a pedir el voto a una elección parlamentaria si ellos abandonaron la AN.

El día a día del venezolano, advierte Teixeira, “es cómo resuelve su problema económico. El factor político lo entiende, pero en su día a día el problema no está en la política, aunque es el modelo político el que entrampa el modelo económico”.

-¿Qué hacemos en lo inmediato?

-Presionar a los factores de ambos sectores, sobre todo quienes tienen más responsabilidad, porque urge una salida en beneficio de la población. El poder no es eterno; debe haber alternancia. Necesitamos contraste de modelos, una solución negociada y un pacto posterior.

Teixeira tiene el dibujo de la ruta para nombrar el nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE): Si el PSUV regresa al Parlamento se puede plantear una comisión paritaria, buscar nombres que le den confianza a la gente, depurar el Registro Electoral, permitirles a los venezolanos en el exterior que voten y revisar las autoridades regionales y municipales del CNE.

-¿Qué consecuencias tendría lo que pasa con las FARC?

-Los procesos son particulares. Colombia tiene sus particularidades. En Colombia las fuerzas que dominan el estamento político son absolutamente de derecha, bien fuerte. No es poca cosa mantener acuerdos con grupos irregulares que durante 50 años tuvieron su modus vivendi y su modo de hacer las cosas. Incluso puede haber un desconocimiento de la voluntad política del momento inicial. No veo que tenga que afectar el caso venezolano, porque aquí no hay un grupo en armas, más allá de que la Fuerza Armada está ligada al partido de gobierno. Pero no ha sido un proceso de tanta dificultad como el colombiano. Hay unos sectores que nunca se desmovilizaron. Un sector de las FARC no se desmovilizó.

-¿Noruega no pierde credibilidad?

-No. ¿En Venezuela pierde Noruega autoridad porque el sector oficialista se paró? No puedes culpar al mediador por la locura o irracionalidad de las partes.