Indira Urbaneja: El nombramiento de un nuevo CNE por parte del TSJ no debe afectar los acuerdos humanitarios

José Gregorio Yépez y Vanessa Davies

Considera que las bases chavistas deben pedirle a Maduro que se aparte del poder para garantizar la supervivencia de esa corriente política

Colocar de lado la diatriba política y encarar los problemas de la gente es el planteamiento de Indira Urbaneja desde la Plataforma Tregua por Venezuela.

La activista social sentencia que “no se trata de claudicar, pero hay que hacer un llamado a poner primero los problemas urgentes de la población”.

En una conversación con Contrapunto vía Zoom el viernes pasado, Urbaneja apuesta por la unidad de las fuerzas que se oponen a Nicolás Maduro para «darle un revés a la situación actual.

-En un país con un conflicto político tan amargo: ¿Qué implica la tregua?

-La idea nace de un grupo de gente que aspiraba a hacer un aporte, llamar la atención al liderazgo político y convocar a actividades que promovieran esa tregua necesaria porque no se nos venía encima el COVID-19, la recesión, los problemas económicos. Pero también vimos que la gente no está de ánimo y por eso se decidió comenzar por los líderes y así nació Tregua por Venezuela y ha evolucionado y se llama Unión por Venezuela.

En su conversar acelerado hace una pausa y explica cuáles son los puntos fundamentales que se deben atender para darle respuesta a la población y enfatiza en “comida, medicinas, atención a la pandemia, gasolina y los temas económicos prioritarios para ver cómo salimos de la pandemia y evaluar cómo se van a hacer las elecciones, identificar de dónde saldrán los recursos”.

“No se trata de claudicar. De que Maduro se pase para el bando de Guaidó o Juan Guaidó se vaya al bando de Maduro. Eso no va a pasar, ni queremos que pase, pero tenemos que hacer un llamado a que hagan una tregua, ellos que son los que encarnan la polarización”.

-El conflicto político sigue intacto y hay un gobierno en disputa. Hay un sector reconocido internacionalmente como Gobierno y con un liderazgo y  otro que ejerce efectivamente el poder. ¿Cuál es la tregua?

-Poner la disputa de lado para atender estos cinco puntos básicos. Parte de esto es el acuerdo con la garantía de la OPS. Ese acuerdo es un logro de las ONG y de la sociedad civil venezolana. De personalidades como Feliciano Reyn, que aboga por un acuerdo humanitario por el país y la propia OPS. La tregua lo que propone es apartemos estos cinco puntos vitales del ruido político. Si quieres no hablemos de otra cosa, pero los radicales de lado y lado nos han golpeado porque dicen que lo que queremos es lavarle la cara al Gobierno. Nosotros estamos claros que el país está primero. La gente está primero.

-El acuerdo alrededor de OPS es un paso pero son solo 10 millones de dólares. ¿Hay otro espacio en que estarían trabajando? ¿Financiamiento con los multilaterales?

-Ese acuerdo se hizo con mucha prudencia y con bajo perfil y debe ser así para que los sectores extremistas no comiencen a bombardearlos. Como todavía el conflicto continúa. Vemos al canciller Arreaza tratando de prófugo a Guaidó diciendo que está escondido en la embajada de Francia, justo después del acuerdo. En el caso de los organismos multilaterales y la posibilidad de acceder a los recursos se requiere resolver el problema de estructura de Gobierno. Hay unos que reconocen a Guaidó, otros a Maduro y el FMI dice que tienen que ponerse de acuerdo porque ellos no saben quién es el verdadero Gobierno.

-¿No hay un espacio en el que se logre un acercamiento para ese objetivo de lograr la tregua?

-Hay muchas reuniones y discusiones. El Grupo de Boston, Diálogo Social, por ahí está Francisco Rodríguez con Oil for Venezuela. Estamos hablando de mucha sociedad civil pero faltan los líderes. Pero no parece factible que Maduro y Guaidó se sienten, pongan a un lago la diatriba política y digan: «Vamos a tomarnos un tiempo para estabilizar el país y luego vamos a elecciones». Guaidó defiende el Gobierno de Emergencia que está expuesto en el marco de transición propuesto por los Estados Unidos y esa propuesta indica que los dos se deben separar de la contienda política. Guaidó dice que está dispuesto a hacer concesiones pero no sabemos hasta dónde. Maduro asegura que hará lo que tenga que hacer por el país, pero no conocemos sus alcances. Y ahora se viene un problema mayor con la decisión de la omisión legislativa.

-¿Recurrir al TSJ para que designe al CNE afectará los acuerdos por la gente?

-Totalmente. Eso va a recrudecer el conflicto político. Hay un sector del G4 que no quiere elecciones y otro que no va a reconocer a un CNE vía TSJ. Pero los venezolanos tendremos que decidir qué hacer. ¿Los dejamos que nombren el CNE y que vayan a elecciones y hagan lo que quieran? O presionamos para que, si no hay otra opción que esas elecciones, venga la comisión de observación de la ONU, la Unión Europea. Nos quedamos parados o volvemos a motivar a la gente para el voto. Hay que pelear porque haya una gran legión de observadores de la sociedad civil y que sean garantes para que no nos roben la voluntad de la población.

-¿Puede darse un acuerdo político en una fase donde el CNE es designado por el TSJ?

-La información que tengo es que los rectores serán el fruto de un acuerdo político. Ahora basta saber cuántos de los factores entrarán en ese acuerdo. Dos rectores se quedan para garantizar la continuidad.

-¿Cómo proteger los acuerdos humanitarios en medio de la lucha política?

-Hay que pedirle a Naciones Unidas o a un árbitro externo que nos ayude. Los venezolanos debemos exigir que ese camino de los acuerdos por la gente se mantengan. Debe determinarse que una cosa es una lucha política y la lucha humanitaria es otra.

-¿Cree que hay que participar no importa si el CNE lo designa el Tribunal Supremo? ¿Sea quien sea el equipo de rectores?

-Yo me abstuve en 2018 y siento que no tengo moral para reclamar nada porque no participé. En el punto en que estamos: ¿Qué perderíamos los venezolanos con unirnos e ir a un proceso electoral? Si cada quien va por su lado mejor nos quedamos en la casa. ¿Qué se perdería si vamos unidos por encima de las diferencias ideológicas para tratar de darle un revés a todo esto que nos está sucediendo?

-¿Parlamentarias o presidenciales?

-Si me decías en enero te hubiese dicho que las presidenciales, pero hoy el país necesita reinstitucionalizar la Asamblea Nacional. Hoy tenemos la Asamblea Nacional Constituyente, AN de Parra, la de Guaidó, la de los ni ni que no están con ellos. El crédito de la CAF para resolver el tema eléctrico en el Zulia, no se pudo tramitar porque no hay espacio de legitimidad. Para reinstitucionalizar el país el primer eslabón es la AN. No hay posibilidad de cambiar el Poder Judicial, no hay forma de renovar los poderes, no hay forma destrabar el juego sin avanzar en la Asamblea Nacional. Esta situación es muy grave y se resolverá con acuerdos parciales. Es muy ambicioso pretender que un solo acuerdo caerá y resolverá todo.

-Pero se corre el riesgo de que suceda lo mismo que en 2015 cuando la AN fue siendo podada al punto de parecer un bonsái.

-Eso depende del comportamiento de los venezolanos y si podemos agarramos esa elección para los ciudadanos. Que la gente que llegue sea decente, que defienda los espacios para el servicio. Esa es una forma de defender el parlamento. Por otra parte, hay que decir que Maduro no está de lo mejor en el plano internacional. Los amigos y las solidaridades se van cansando. Hay que ver también qué es lo que el chavismo quiere. Porque si Maduro quiere que el chavismo sobreviva y se reinvente, va a tener que entender que tiene que entregar el poder y los demócratas queremos que sea a través de un proceso electoral. Tiene que entender que le tiene que entregar el testigo a otro chavista.

-¿Y eso lo ve pronto?

-La situación es crítica. Creo que las mismas bases chavistas deberían pedírselo si quieren sobrevivir políticamente y si de verdad no quieren que esto termine en una confrontación. Si repiten el esquema del 2015 en la Asamblea Nacional, la comunidad internacional no lo va a tolerar. Sería la gota que derrama el vaso. Maduro debe pensar en la supervivencia del chavismo.

-Cómo se va a unas elecciones con pandemia, cuarentena, sin vacuna. ¿Es viable un proceso comicial en medio de estas condiciones? Los expertos hablan de que hacen falta por los menos 10 meses para que se puedan hacer unas elecciones creíbles.

-Es complejo. Debería intervenir la ONU con su experiencia y asesoría. Hay que ubicar de dónde saldrán los fondos. Estoy de acuerdo que para diciembre o enero no son viables. Pero no es nada más la vacuna o la pandemia. La gente de lo que está preocupada es por comer hoy. Pedirle que se ocupe de unas elecciones es como mucho. Sin embargo, he aprendido a no perder la capacidad de asombro. Maduro y su gente son capaces de hacer unas elecciones en tres días. Son los reyes de la magia. Si quieren hacer las elecciones las van a hacer, el tema somos nosotros: ¿Cómo vamos a actuar?

Luego del acuerdo con la OPS cuál debe ser el próximo paso. ¿El programa de alimentos?

-Creo que un acuerdo con la Opep para el tema de suministro de combustible. Se requiere del combustible porque… ¿Cómo hacen los agricultores para llevar los alimentos al país. Si queremos avanzar en el tema de seguridad alimentaria hay que avanzar en el tema logístico.

-¿Por qué la OPEP?

-Hay que buscar una institución fuera del conflicto. En la OPEP hay países amigos de los dos bandos y los insumos puedan llegar porque son vitales en este momento.