A José Mourinho, en el caso de que acabe entrenando al PSG la próxima temporada, le hubiera gustado quedarse con el jugador, pero la directiva le ha dejado claro que su salida es una prioridad total
El brasileño estudiará ofertas este verano para dejar la capital francesa y el italiano ha agotado la paciencia de los dirigentes este año
Luis Campos y el PSG llevan un año buscando la fórmula para prescindir de Neymar. El director deportivo del equipo francés está considerando todas las opciones, desde un traspaso hasta una cesión con o sin opción de compra e incluso un préstamo con apoyo salarial parcial por parte del equipo francés. También un acuerdo amistoso para finiquitar el contrato.
Neymar, por su parte, ya no cierra la puerta a una salida, pero tampoco pretende acabar en cualquier equipo. Campos quiere ofrecerlo al Manchester City para recuperar a su vez a Bernardo Silva como moneda de cambio sin tener que pagar un solo euro.
El Manchester United y el Chelsea están también a la expectativa. Los blues incluso han puesto en stand-by el fichaje de Joao Félix, pero no están dispuestos a pagar los 30 millones de euros de salario que tiene actualmente el brasileño.
A Mourinho, en el caso de que acabe entrenando al PSG la próxima temporada, le hubiera gustado quedarse con el jugador, pero la directiva le ha dejado claro que su salida es una prioridad total.
Verratti también podría salir
Pieza angular del PSG, uno de los primeros grandes fichajes de Qatar en 2012, Marco Verratti ha agotado la paciencia de los dirigentes parisinos. Pese a haber renovado hace poco hasta 2026, la temporada del italiano ha sido una de las más decepcionantes que se recuerden. En los octavos de final contra el Bayern, fue señalado por fallar en los dos goles de los bávaros en la vuelta y sus lesiones le han impedido rendir al máximo nivel de forma continuada.
Como Neymar, Verratti fue uno de los señalados por los ultras en los lamentables incidentes acontecidos delante de la sede del club el pasado 3 de mayo. Después de más de una década en París, el centrocampista se replantea su futuro en la capital francesa, consciente de que un cambio de aires, tras haber vivido todos los descalabros internos que han asediado al club, podría ser la decisión más beneficiosa para ambas partes.