«La Roja» debutó a lo grande en Brasil y haciendo caso omiso a los comentarios negativos que rodean su entorno, luego de la no participación en Rusia 2018
Antes de comenzar la Copa América muchos daban por muerta a la selección chilena, luego de una serie de fracasos en juegos amistosos en donde cerraron con una pírrica victoria por 2-1 sobre la humilde selección de Haití.
Por si fuera poco, muchos de sus jugadores históricos no contaban para sus clubes, y aunado al promedio de edad, todo anticipaba un debut tormentoso para “La Roja”.
Sin embargo, la realidad fue otra, en el debut contra la joven selección japonesa, los dirigidos por Reinaldo Rueda demostraron que su espíritu se transforma cuando se visten de rojo y que las críticas poco importan en un evento donde van a vender cara su derrota.
Con un Arturo Vidal como el pulmón perfecto de la mitad de la cancha, y como el coronel de esa transición hacia el ataque, un Alexis Sánchez que no contó en el Manchester United pero que con el escudo austral sigue corriendo y reivindicando su fútbol.
Debemos sumar el aporte de Edu Vargas quien tiene en la Copa América su torneo de confianza, y para el broche de oro un jugador como Pulgar tan criticado por la prensa, pero que terminó dándole la razón al profesor Rueda e inaugurando la cosecha goleadora de la selección chilena.
Imposible olvidar que al frente se encontraba la selección de menos edad del torneo, una oncena japonesa que se prepara con este seleccionado para los Juegos Olímpicos, pero a la que un equipo grande debía ganarle como lo hizo Chile.
Más allá de las llegadas niponas, los chilenos tuvieron contundencia y esa fue la clave del partido, los dirigidos por el profe Rueda iban a hacer respetar el continente, no querían ser otro Paraguay sufriendo con Qatar, y no lo fueron.
Esto apenas comienza, y Chile inicia con el pie derecho, “La Roja” demostró en su debut que a pesar de ser minimizada y hasta olvidada en su condición de bicampeona, siguen siendo un equipo que se presenta para competir.