El combinado marroquí, por su parte, afronta el amistoso de Tánger con el sabor de la decepción al descartarse definitivamente la presencia de Lionel Messi, que había sido el principal motivo para la venta de entradas en todo Marruecos
Con la misión de recomponer la imagen tras la derrota ante Venezuela, Argentina afronta este martes, sin Leo Messi, el último ensayo antes de la Copa América, ante una selección marroquí que también quiere ajustar su equipo para la Copa de África.
Para Marruecos, porque decepcionado por no poder contar con el gran atractivo del partido -el que ha propiciado que los 45.000 asientos del estadio Ibn Batouta vayan a estar ocupados- ha enviado una queja formal a la Asociación Argentina.
La gran preocupación del fútbol argentino es cómo rodear al crack del Barcelona de un equipo competitivo. Evitar que, ante una nueva frustración, se replantee esta vez de forma definitiva su renuncia a la Albiceleste.
Sin Messi, ni Gonzalo «Pity» Martínez, que sufrió una lesión muscular en el bíceps femoral izquierdo, Scaloni podría dar entrada en el conjunto a Ángel Correa y Paulo Dybala, que no tuvieron minutos frente a Venezuela.
El seleccionador de Marruecos, el francés Hervé Renard, está afinando las alineaciones ante el próximo reto más importante de su equipo, la Copa de África de Naciones que se celebrará entre el 15 de junio y el 13 de julio en Egipto.