Con el apoyo de la Asociación Venezolana de Juristas se realizó una nueva actividad en el marco de los «Foros y conversatorios denominados tertulia de haceres y saberes del pueblo», que se realizan en la parroquia La Vega en la ciudad de Caracas
Esta sesión educativa se desarrolló, de una parte, con el aporte de la Asociación Venezolana de Juristas, entidad que encarga de promoción, difusión, desarrollo y defensa de derechos humanos en venezuela y por otra parte, contó con el decidido apoyo de la Editorial Trinchera, organización especializada en producir o generar material impreso o digitales que impulsen el desarrollo cognitivo de manera amplia e integral, prevaleciendo el enfoque político e ideológico como eje transversal de los diversos tópicos que desarrolla.
Así pues, el abogado de la avj, Jose Luis Martínez realizó un análisis comparativo entre los enfoques y doctrinas de los derechos humanos, además implementó un recuento histórico con el cual detallo «las diversas medidas coercitivas y unilaterales adelantadas por el Gobierno Estados Unidos en contra de Venezuela, destacando los aspectos que fundamentalmente afectaron la economía, tales como el boicot, contra la industria petrolera venezolana»,
En este balance se paseó por la metodología empleada por el Gobierno de los EEUU y efectuó un «recuento de las actividades realizadas para tal fin», al mismo tiempo que expuso las «estadísticas de estos procesos, desde la perspectiva de los derechos humanos y atendiendo todas las categorías que conforman esta doctrina».
El abogado cerró su intervención, exaltando «las medidas que a su juicio contribuyen a la superación de los efectos negativos del criminal bloqueo, realizando un llamado a la organización para atender estas situaciones desde la participación popular».
Análisis del 27 y 28 de febrero
De otra parte el profesor Amilcar Figueroa comenzó su disertación realizando un análisis de las causas políticas y económicas que favorecieron el desarrollo de los sucesos del 27 y 28 de febrero de 1989, para lo cual asumió como metodología de su análisis el enfoque dialéctico y el materialismo histórico, vinculados con los aportes de Carlos Marx.
De tal manera que realizó una retrospectiva del período de la lucha de clases venezolana desde «los años sesenta y setenta, con el cual expresó su diagnóstico sobre las deficiciencias políticas e interpretativas de la realidad, que se cometieron durante ese lapso».
Así indicó los errores de «la vanguardia revolucionaria, que para ese momento planteaba el desarrollo de una profunda crisis en Venezuela, en contradicción con perspectiva que de ese momento, tenia la población general del país sobre esta situación, debido a los ingentes recursos que permearon a toda la población como consecuencia del boom petrolero».
En el desarrollo de esta valoración se refirió al primer Gobierno de Carlos Andrés Pérez, colocando el énfasis en «la cuantiosa cantidad de dinero que ingreso al país, a los gigantescos prestamos internacionales que obtuvo la nación y la inmensa fuga de capital que realizó la oligarquía nacional con la mayor parte de esos recursos, destacando el goteo económico considerable que obtuvo la capa media de la población venezolana y la pequeña burguesía, circulante que una manera u otra tuvo relación con los sectores más desposeídos».
Destacó que «una vez rotas la ensoñación por la cruenta aplicación del paquete neoliberal, al inicio de su Gobierno, que de inmediato sume a los sectores populares, en un proceso de miseria instantáneo, y como consecuencia de ello se produjo de manera acelerada y extensiva la rebelión popular, el alzamiento de la masas que asaltaron a quienes históricamente venían realizando la apropiación del producto de su trabajo, mediante la especulación, la inflación y explotación».
En su exposición da relevancia a «los efectos que tendrían, estos sucesos de febrero del 89, en el quiebre estructural del Estado venezolano, él expositor indicó que en el interior de los ámbitos policial y militar se gestaba, para ese momento, una corriente nacionalista vinculada al interés de los sectores populares, situación que se agudiza y fortalecería con el Caracazo, esa tendencia finalmente, disloco las bases sociales de los partidos de derecha y favoreció la inrrupción de las insurrecciones militares, civil y policial de 1992, así se propició el alzamiento de 4 de febrero y el 27 de noviembre de ese año».
Como síntesis plantea que «el núcleo generador del proceso revolucionario venezolano moderno y contemporáneo, se centra bajo el dinamismo dialéctico, de los sucesos del 27 y 28 de Febrero de 1989 y el impacto que generarón en la sociedad venezolana, así como su influencia en el quiebre de la columna vertebral del Estado, entendiendo por tal, al dispositivo policial militar que ejerce la suprema autoridad del país, con lo cual se posibilitó la llegada al poder, por la vía electoral».