Pese a iniciar 2024 con expectativas positivas, el panorama electoral se reflejó en la economía venezolana, influyendo negativamente tanto en el aspecto inflacionario, como en el tipo de cambio. Ante esta situación, el economista José Guerra sostiene que el país cerrará el año con «muchas dificultades» y una inflación de dos dígitos, que tendrán repercusiones en 2025.
Durante una entrevista concedida a Contrapunto, recordó que el sector económico en Venezuela «arrancó 2024 con buenas perspectivas donde, de hecho, el Observatorio Venezolano de Finanzas estimaba un crecimiento del PIB entre el 7% y 8% y un tipo de cambio que podía estar entre 47 y 46 bolívares por dólar».
Sin embargo, la situación «comenzó a cambiar a partir del mes de julio, cuando inició el deterioro en las variables macroeconómicas de Venezuela, generado por la incertidumbre provocada por los resultados de las elecciones presidenciales».
A partir de entonces, se evidenció que el tipo de cambio, «que es una variable fundamental de la economía, y siendo la pieza angular sobre la cual se ha montado toda la política económica», empezó a «crujir», evidenciando un detrimento en el segundo semestre de 2024.
En esta línea a ideas, Guerra explicó que «el tipo de cambio se ha desajustado y está hoy fuera de control», lo que generó que el Banco Central de Venezuela (BCV) haya intensificado la intervención en este mercado, «pero no ha podido calmar, ni saciar, el apetito que tienen los venezolanos por dólares».
Este objetivo no se ha logrado, prosiguió, debido a que el «apetito» por el acceso a dólares «hoy es insaciable, ya que los venezolanos, al igual que los argentinos, han aprendido que el que se quede en bolívares (o con su moneda local) está liquidado, está muerto. ¿Por qué? Porque los bolívares no remuneran al que tiene esos bolívares, no hay una tasa de interés atractiva para quedarse libre».
En segundo lugar, precisó que la inestabilidad cambiaria genera expectativas de devaluación «muy altas», por lo que «tarda en comprar dólares y luego tienen que comprarlos mucho más caros».
Cambió la política económica
Precisó que el Banco Central de Venezuela cambió su política económica sin anunciarla: «Ellos trataron de mantener fijo o cuasi fijo el tipo de cambio a lo largo de 2024. Ese cambio consistió en la adopción informal, sin que lo hayan hecho explícito, de un régimen llamado de minidevaluaciones, que en inglés se llama crawling peg, donde se va devaluando todos los días la tasa oficial».
Explicó que el tipo de cambio oficial «lo que ha hecho es seguir al paralelo, tratando de cerrar la brecha. Algunas veces está en 20%, otras en 22%, es decir, se ha movido la brecha. De manera tal que hay un cambio en la política económica; el gobierno abandonó la política de cuasi fijación del tipo de cambio y se movió a la política de crawling peg, con lo cual toda la devaluación se transmitió en precios a la inflación».
Se acelera la inflación
Indicó que el desajuste en el tipo de cambio también trae como consecuencia que la inflación, que venía disminuyendo, se ha acelerado a partir del mes de octubre, motivo por el que «el BCV dejó de publicar nuevamente las cifras y tenemos en octubre y noviembre inflaciones de dos dígitos, es decir, mayores al 1.000%, esto claramente indica que el mes de noviembre no está cerrando bien».
Frente a estos escenarios, el economista José Guerra reiteró que el año 2024, que comenzó con buenos augurios, «hoy está cerrando con muchísimas dificultades, en particular por la tasa de cambio que está fuera de control».
Asimismo, adelantó que el 2025 va a estar marcado por el cierre de 2024, que «no va a ser bueno, lamentablemente, porque como hemos visto, el tipo de cambio se está desajustando, y cuando esto sucede, claramente eso se va a transferir a la inflación. Entonces, vamos a cerrar un año con alta inflación, insisto, de dos dígitos».