Este 21 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Paz. En Venezuela la política, los servicios públicos y el cambio climático son motivo de conflicto
Paz es paz. ¿Y también es «paz-paz-paz»? Venezuela, que va surfeando múltiples crisis, llega este 21 de septiembre al Día Internacional de la Paz con los problemas previos a las elecciones presidenciales del 28 de julio y, en lo político, con los problemas generados por los resultados oficiales de ese proceso electoral.
«La paz, en buena medida, se funda en la verdad, y ambas, verdad y paz, son consustanciales al desenvolvimiento humano y, por consiguiente, a la existencia nuestra como venezolanos», enfatiza Fredy Gutiérrez, abogado constitucionalista y constituyente de 1999.
Paz es «la ausencia de conflictos violentos, porque puedes tener conflictos y diferencias con otras personas, y eso es lo humano y lo democrático», explica Jesús Armas, presidente de Monitor Ciudad. El hecho de tener mecanismos para dirimir conflictos, como diálogo, elecciones, leyes y regulaciones «es lo que ayuda a garantizar la paz».
La política, los servicios públicos y la crisis climática son tres factores a considerar cuando se habla de paz en Venezuela.
Política: 28 de julio, en entredicho.
Voceros oficiales, al referirse a la paz en Venezuela, plantean que el proceso es «paz, paz, paz». Dirigentes políticos, en cambio, insisten en que se debe restituir el estado de derecho y reconocer la voluntad popular.
Después de los resultados oficiales del 28 de julio, las decisiones del TSJ y la salida del país de Edmundo González «el país está intranquilo. El país está en una desazón, sobre todo, porque la gente sabe que votó», que hubo otro ganador «y que le están imponiendo por la fuerza la represión, con una justicia sesgada», señala el abogado y profesor universitario Nelson Chitty La Roche. «La gente está molesta porque cree que le robaron su voto».
Desde el poder «han impuesto una neolengua orweliana, según la cual la guerra que están llevando a cabo, es la paz; los miles de presos políticos, no lo son, sino que están recibiendo un programa piadoso de reeducación; los tratos crueles y degradantes, así como la tortura, están guiados por el amor ¿Qué es eso? La instauración de la mentira sobre la verdad», rechazó Fredy Gutiérrez.
El constituyente insiste en que, «la única verdad que debe ser universalmente aceptada, en las circunstancias políticas actuales, es que el 28 de julio la soberanía popular exteriorizó su voluntad votando por el candidato que ganó y no ha sido proclamado, y no por el que perdió y que fue inconstitucionalmente proclamado. Lo sabe todo el mundo; ellos lo saben, nosotros lo sabemos; ya todo el mundo lo sabe. Por eso, no es aceptable hacer triquiñuelas y trapisondas, o negociaciones indeseables para inventar una ‘verdad'».
Servicios públicos: si fallan, hay conflictos
«La relación entre servicios públicos y paz está clara: para poder lograr el desarrollo de la ciudadanía se necesita acceso al agua, a la electricidad. La electricidad es la madre de todos los servicios, y sin ella, no hay nada», sentencia Jesús Armas. «Para que haya paz hay que lograr que el país tenga oportunidades, y no hay oportunidades si no hay acceso a los servicios».
Una persona que deba invertir cuatro o cinco horas para llevar agua a su casa, o sometida a apagones constantes, está «en un caldo de cultivo para generar criminalidad. Una población rezagada, una población marginada es un caldo de cultivo para la creación de ghettos y bandas criminales», expone.
Armas retoma datos del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social según los cuales «la mayoría de las protestas en el país tienen que ver con servicios públicos, por lo que claramente hay una conexión». A la gente, reflexiona, «no le importa tanto si el servicio le llega por privado o público, porque lo importante es que llegue a su hogar el agua y la electricidad».
Las mujeres cumplen un rol clave. «Está clarísimo que las principales constructoras de paz en la sociedad son las mujeres, y parte de los conflictos en el mundo tienen que ver con que no se les ha dado oportunidad a las mujeres debido a la desigualdad de género. Los países que lideran mujeres no suelen tener conflictos bélicos, y lo mismo sucede en las comunidades: las grandes constructoras de paz en las comunidades son las mujeres».
Crisis climática: amenaza global.
La experiencia indica que, en zonas donde ocurren sequías o catástrofes ambientales, puede haber graves conflictos, refiere el ambientalista Alejandro Álvarez, director de Clima 21. Álvarez recuerda que, hacia finales del siglo XX, organizaciones como la CIA previeron que habría conflictividad asociada con situaciones climáticas extremas.
«Lo que se ha visto en los países del centro de África, o en zonas donde hay sequía y catástrofes ambientales, los conflictos aumentan; se espera que aumenten las posibilidades de guerra por eso», subraya el ambientalista.
En Clima 21 «nos interesa el tema», afirma Álvarez. La falta de agua genera conflictos que pueden escalar, y antes de que escalen, hay que trabajar. «¿Qué pasa si hay migraciones climáticas?», interroga. También pregunta por las consecuencias de la tragedia de Vargas, con gente desplazada. «Los conflictos pueden ser graves. Es importante la prevención, y por eso necesitamos el plan nacional de cambio climático».
