Las autoridades de Managua siguen «persiguiendo a quienes pueden aportar una visión alternativa a la esfera pública»
El panorama sobre Nicaragua dibujado por la Alta Comisionada Adjunta de la ONU para los Derechos Humanos, Nada Al-Nashif, no es el más alentador: Se aleja «cada vez más» del Estado de derecho y, en particular, «de las libertades fundamentales, agravando el sufrimiento de la población, alimentando el éxodo de los jóvenes y socavando el futuro de las instituciones democráticas».
Al-Nashif denunció que las autoridades de Managua siguen «persiguiendo a quienes pueden aportar una visión alternativa a la esfera pública, como líderes políticos e indígenas, miembros de la Iglesia católica, activistas y periodistas». En este contexto», subrayó, «continúan las restricciones al espacio cívico, con reiterados casos de detenciones arbitrarias contra quienes ejercen sus libertades fundamentales».