«Existe una clara relación entre las crisis sanitarias y el tráfico de especies», apuntó la responsable de la WWF
La responsable del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en España, Gema Rodríguez, advirtió que los líderes mundiales deben apoyar el cierre de los mercados ilegales de animales de algo riesgo, ya que «no solo impactan en la biodiversidad, sino que constituyen una amenaza para la salud humana».
La pandemia del coronavirus, cuyo origen actualmente sigue siendo desconocido, trajo de vuelta la polémica sobre la existencia de este tipo de mercados, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el virus tiene origen animal y se sabe que los murciélagos son portadores habituales de coronavirus, mientras se investiga si los pangolines (especie mamífera) fueron el vector intermediario entre aquellos y humanos.
El cierre, por lo tanto, «debe ir acompañado de inversión y sensibilización de la sociedad para reducir la demanda de estos productos», recalcó Rodríguez, así como de «un gran respaldo institucional y financiero en la lucha contra el tráfico de vida silvestre en todo el mundo».
Las ocho especies de pangolines del mundo, todas ellas en peligro de extinción, son actualmente objeto de un intenso tráfico mundial, pese a la prohibición del Convenio CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre), que tiene el sudeste asiático como su principal mercado.
También recalcó Rodríguez, que el tráfico ilegal de especies «ofrece múltiples oportunidades para que las personas entren en contacto directo con animales, con el consiguiente riesgo de exposición al contacto con el virus u otros patógenos de los que estos animales puedan ser huéspedes o vectores».