Estas nuevas medidas, que llegan en plena guerra comercial entre China y Estados Unidos, son parte de un amplio esfuerzo del presidente Donald Trump de restringir a Huawei
El más reciente movimiento de Estados Unidos en la guerra comercial contra China consiste en una regulación, anunciada el siete de agosto, que formaliza la prohibición a sus agencias gubernamentales de firmar contratos con el gigante tecnológico Huawei, así como con otras empresas de ese país asiático.
La regla impide a las agencias federales estadounidenses, a partir del 13 de agosto, comprar equipos informáticos o de telecomunicaciones, o sus componentes sustanciales, a esas firmas chinas.
De esta forma se pone en práctica una prohibición que estaba incluida ya en una ley de defensa aprobada en la primera mitad de este año por el Congreso.
Estas nuevas medidas son parte de un amplio esfuerzo del presidente Donald Trump para restringir a Huawei, empresa que según funcionarios de su Gobierno mantiene vínculos con la inteligencia china. La empresa, que es el segundo mayor fabricante mundial de smartphones, niega tal acusación.
En el texto de la reglamentación también aparecen las compañías ZTE, Hytera Communications Corporation, Hangzhou Hikvision Digital Technology Company y Dahua Technology Company.
En mayo, Trump prohibió a las empresas de Estados Unidos venderle a Huawei componentes que son clave para sus teléfonos inteligentes, entre los que se encuentran, por ejemplo, elementos del sistema operativo Android desarrollado por Google.
Para calmar el descontento de los proveedores estadounidenses, el mandatario ablandó luego su posición al decir que las empresas podrían reanudar las exportaciones «en donde no haya grandes riesgos para la seguridad nacional».