El desabastecimiento se nota con especial fuerza en las gasolineras del país, que no reciben combustible debido a la falta de camioneros, pero también empieza a haber escasez de productos alimentarios en los supermercados
El primer ministro británico, Boris Johnson, admitió este domingo a regañadientes que los problemas de desabastecimiento que sufre el Reino Unido podrían llegar hasta las Navidades, pero reiteró que no recurrirá a la «inmigración descontrolada» para solucionarlos.
En una entrevista con la BBC, Johnson se mostró a la defensiva ante las preguntas de uno de los más inquisitivos entrevistadores de la cadena pública, Andrew Marr, y trató de salir indemne en el día en que el Partido Conservador inaugura su congreso anual en Manchester (norte de Inglaterra).
Preguntado sobre unas declaraciones del ministro de Economía, Rishi Sunak, en las que este no descartaba que la crisis de suministro alcance a las Navidades, el primer ministro respondió: «Rishi siempre tiene razón en lo que dice».
Para Johnson, los problemas que sufre la economía británica y que amenazan con ensombrecer el Congreso, responden al «período de ajuste» del mercado laboral tras el Brexit y por la rápida recuperación pospandemia.
«Lo que vemos son las presiones y las tensiones que sufre una economía que es la que más crece de los países del G7», insistió una y otra vez Johnson para quitar hierro a las crisis en varios sectores.