El experto explica que estamos en un «año niña», que por lo general son lluviosos, pero que 1999, 2010 y 2014 fueron los años con más precipitaciones hasta ahora. Exhorta a las autoridades a no permitir construcciones en el cono aluvial
El geógrafo y profesor universitario, Antonio De Lisio, aseguró que la tragedia de Las Tejerías se pudo evitar, pues afirma que las personas construyeron en el cono de deyección, también llamado cono o abanico aluvial.
«No se toman las previsiones hasta que los eventos ocurren y pasan estas tragedias. Lo mismo pasó en 1999 en Vargas. No se pueden ocupar (construir) los conos aluviales porque cada vez que el río carga agua en volúmenes superiores a los promedios de lluvia en los años o meses de estación lluviosa pueden ocurrir cosas como estas», afirmó De Lisio.
El experto explicó que igual a lo sucedido en la Tragedia de Vargas en 1999, «también el deslave ocurrió en el cono de deyección. Son suelos que no se deben ocupar, sobre todo si los ríos están calculados para su drenaje en función del volumen que cargan en el verano, no necesariamente en época de lluvias como la que están ocurriendo. Recordemos que este es un año niña«.
Explica que Las Tejerías hace parte de toda la intervención de la cuenca del Lago de Valencia. «La quebrada Los Patos fue la que se desbordó y en general todo el sistema del Lago de Valencia, toda la cuenca, se convierte en un punto crítico que hay que supervisar constantemente».
Asimismo, reveló que este tipo de eventos son previsibles, pues «nuestras cuencas de montañas, tanto en los Andes y la Cordillera de la Costa, que forman valles densamente poblados, están generando desastres».
De Lisio detalló que el deslave de Las Tejerías afectó alrededor de 1/5 (un quinto) de esa población aragüeña de acuerdo al último censo realizado (54.000 habitantes) por la administración de Nicolás Maduro. «Ha sido un evento catastrófico para la población local».
El geógrafo recordó que hay actividades de prevención que la ciencia y la planificación en el manejo de desastres socionaturales nos obliga a tener en cuenta.
Venezuela es un país de alto riesgo climatológico por su ubicación en el trópico y, además, por todas las actividades, por todas las intervenciones que se están haciendo. Así como las intervenciones hidráulicas, intervenciones de asentamientos poblados, deforestaciones están propiciando estas situaciones de calamidades en la que nos encontramos».
En ese sentido, exhorta a las autoridades a realizar supervisiones periódicas para que se respeten los márgenes de los ríos y así evitar que se repitan eventos como los de Vargas y Tejerías
«Es un año niña, pero no es el año niña más lluvioso que hemos tenido en la historia climatológica de Venezuela. Mucho más lluviosos fueron 1999, 2010 o 2014. Estamos llegando a situaciones en donde la intervención humana propicia que lluvias de intensidades altas, pero que no son las máximas, traigan situaciones como las de Tejerías».
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