Las elecciones se celebrarán en un día y -de ser posible- con apoyo del CNE. El proceso termina «en una gran convención nacional, de cerca de 700 delegados, y se escogen nuevas autoridades o se ratifican las autoridades que se encuentran en ejercicio», explica Juan Carlos Alvarado, secretario general de los copeyanos
Los partidos políticos son seres vivos con pasiones y conflictos, y Copei no es la excepción. En sus más de 70 años de vida ha pasado por renacimientos, peleas, rupturas y reconciliaciones. La mejor muestra de lo que sucede con la tolda verde en el presente fue lo ocurrido el día de su aniversario, el pasado 13 de enero, cuando la directiva encabezada por Miguel Salazar y Juan Carlos Alvarado presidió una celebración en la sede copeyana en El Bosque, en Caracas; y la directiva encabezada por Roberto Enríquez y Robert García lideró un encuentro en el Hotel Marriot de Caracas, al cual asistieron históricos de la organización y el jefe del gobierno interino, Juan Guaidó.
Pero Alvarado, que tiene bajo su mando la estructura copeyana, ya anunció que se realizará un proceso interno para la relegitimación de autoridades, y se inscribió como el primer militante de este nuevo ciclo. Rememora -en conversación con contrapunto.com- que el partido cumple 20 años sin un proceso de escogencia de sus autoridades.
A su juicio, es necesario que la oposición entre en un proceso de tres R: revisión, reorganización y relanzamiento. «La ley entra por casa, y Copei está dispuesto a la construcción de esos nuevos liderazgos locales de abajo hacia arriba», expresa.
Las elecciones del 21 de noviembre hicieron emerger liderazgos locales, y esos liderazgos pueden asumir la conducción del partido, destaca Alvarado.
«El pasado 11 de diciembre tuvimos la oportunidad de llevar a cabo nuestro Consejo Federal Extraordinario, que es donde se reúnen las autoridades de todos los estados del país, para escoger las autoridades de la comisión electoral nacional», recuerda. La comisión, a cargo de Antonio Sotillo Luna, debe responder » a lo que mandan los estatutos: una vez realizado un proceso electoral municipal, regional o nacional se procede a la escogencia de las autoridades».
Hay «un lapso de seis meses para que la comisión electoral convoque el proceso y lo pueda llevar a cabo. Nosotros esperamos que en el mes de febrero nuestra comisión electoral esté anunciando al país cuál será el día de la elección y cuál será el desarrollo de este cronograma».
Para cumplir con esa proceso, detalla, «ya iniciamos un proceso de registro de nuestra militancia, a fin de que todo aquel venezolano que quiera inscribirse en nuestra organización política pueda hacerlo».
-¿Todo el mundo debe recensarse?
-Completamente. Yo, particularmente, el pasado 13 de enero, que fue nuestro aniversario, de manera simbólica tomé la oportunidad, por atribuciones de la dirección nacional del partido, que asumiera la primera inscripción: el carné 001. Una vez que te inscribes y llenas tu planilla se te entrega una pestaña, que es como el carné de aspirante a militante del partido y se van cargando en el sistema. Empieza un proceso desde cero.
-¿En este momento no hay militantes?
-El 001, que soy yo. El 18 de enero se inició el proceso de inscripción en toda Venezuela. Se distribuyeron 54.900 planillas en la primera fase, en los 24 estados del país, en los 335 municipios. La segunda fase se va a desarrollar el 15 de febrero, para distribuir otro lote más: cerca de 60 mil planillas. De manera que todos los estados y municipios puedan iniciar este proceso de inscripción.
-¿Los históricos de Copei, si no pasan por esto, no son militantes de Copei?
-Una de las cosas que llevó a la judicialización fue la poca confianza en el registro electoral que existía. Teníamos un registro histórico, cerca de 900 mil personas. Pero además de eso hubo un proceso de validación de los partidos, y eso nos llevó a 140 mil o 150 mil personas en el año 2016. Nosotros fuimos a reparo en esa oportunidad. Ahora acabamos de atravesar un proceso electoral y obtuvimos 140 mil votos. Nosotros queremos ante esto dejar todo bien claro, poniendo todo desde cero, iniciando un proceso de inscripción como lo contempla la normativa, para que al final no exista ningún tipo de problema jurídico o político.
Los «históricos» deben volver a inscribirse, reitera Alvarado. «Por ejemplo, Pedro Pablo Aguilar, de 94 años, no puede trasladarse a nuestra sede. Hay una comisión técnica operativa, encabezada por el secretario nacional de organización, que hace este despliegue para que los ‘históricos’ tengan la oportunidad de afiliarse».
Copei tendrá un registro de militantes y aparte un registro electoral, porque -por ejemplo- un adolescente de 15 años puede ser copeyano pero debe tener 18 para poder sufragar.
Para votar en el proceso interno los militantes deben ser mayores de 18 años y estar inscritos en el Registro Electoral. Se pedirá la cédula de identidad y la pestaña de la planilla «que indica que es militante activo del partido», aclara Alvarado. Esperan tener «asistencia técnica del Poder Electoral», aunque depende de los costos.
«Nuestros aspirantes tendrán que hacer un gran esfuerzo para que, entre todos, hagamos una ‘vaca’ o un pote para que tengamos la posibilidad de esa asistencia técnica. Si son costos extremadamente elevados la comisión electoral tendrá que ir pensando en un plan b, con un proceso manual a través de centros de votación nucleados que nos permitan abaratar la mayor cantidad de recursos posible», enfatiza.
Las elecciones internas de Copei tendrás tres pasos: de primer grado, para escoger los representantes de los municipios; de segundo grado, para las autoridades estadales y nacionales. «Al final eso termina en una gran convención nacional, de cerca de 700 delegados, y se escogen nuevas autoridades o se ratifican las autoridades que se encuentran en ejercicio». Estos estatutos fueron aprobados hace casi tres años.
Al ser consultado sobre la democracia de un proceso de segundo grado, Alvarado manifiesta que «a veces termina siendo muy populista y demagogo que yo sea candidato y que un dirigente en Río Negro, en el estado Amazonas, vaya a votar por Juan Carlos Alvarado a la secretaría general cuando ni siquiera me ha visto, no ha tenido la oportunidad de compartir conmigo, pero sí conoce a sus autoridades municipales. Y el más cercano, que es la autoridad municipal, tiene algún tipo de contacto para conmigo, que soy autoridad nacional; o por lo menos tiene algún referente de lo que hemos venido aplicando en el ejercicio de nuestro accionar político. Es por eso que no lo vemos para nada excluyente, sino que lo vemos muy pragmático».
Alvarado puntualiza que es de la corriente de Luis Herrera Campins y relata que ha acompañado a las diferentes autoridades de Copei desde hace dos décadas: «Hablo de Eduardo Fernández cuando estuvo al frente, cuando estuvo Luis Ignacio Planas, cuando estuvo Roberto Enríquez, cuando estuvo la junta ad hoc anterior. He estado siempre apegado a los principios de la institucionalidad. Si a mí la militancia y la dirigencia me piden que siga al frente de la secretaría general del partido, pues lo hago con todo el cariño y con todo el amor del mundo, porque he sido formado en este partido desde muy niño por culpa de mi madre y de mi abuela, que han sido copeyanas desde siempre».
-Hay varios toletes que se reivindican como copeyanos o socialcristianos. ¿Cómo puede ayudar este proceso a que se vuelvan a encontrar, o a separarse definitivamente?
-Una de las cosas importantes debe ser el marco del reconocimiento y del respeto. Creo que el buscar la manera de que este proceso se pueda llevar a cabo es parte de la búsqueda de la solución de los conflictos que se han vivido en los últimos 20 años en nuestra organización. Son dos décadas que han sido traumáticas para nuestro partido. Hay dirigentes históricos quue han ayudado, más bien, a que el partido se haya debilitado con el transcurrir del tiempo. Hemos hecho un llamado muy claro a toda la dirigencia y a toda la militancia.. No le hemos cerrado la puerta absolutamente a nadie.
-¿Eduardo Fernández, por ejemplo?
-Un gran líder socialcristiano que yo reconozco. Además, me formé en el Ifedec, que ha sido la casa de formación de muchos de los dirigentes que hemos estado al frente del partido.
-¿Roberto Enríquez?
-Roberto Enríquez, Luis Ignacio Planas. Tengo perfecta comunicación con Luis Ignacio Planas. El propio César Alejandro Pérez Vivas, el propio Oswaldo Álvarez Paz. Ese reencuentro necesario; más que el partido, el país necesita que nos reencontremos. El ejercicio que nosotros estamos aplicando, bajo esta normativa estatutaria, es que allí nos podamos encontrar y dirimir todas las diferencias. Existían tres tendencias a lo interno del partido: los araguatos, los avanzados y los astronauta, y era un debate de ideas, construcciones de propuestas para que existiera un mejor país.
Afirma que su llamado, hoy, es a todos. «Roberto Enríquez, Luis Ignacio Planas, César Alejandro Pérez Vivas. Todas esas personas que reconocemos que han tenido alguna responsabilidad en el partido». Asegura que una cosa es el socialcristiano, «»que comulga con nuestros principios, nuestros valores»; y otra cosa, el democratacristiano «que milita dentro de la institución y practica dentro del partido nuestros principios y nuestros valores».
«A esos compañeros socialcristianos que estuvieron en un momento determinado militando en nuestra organización les hemos hecho ese llamado; sabemos que algunos ya tienen, inclusive, responsabilidad en otras organizaciones políticas, pero no está de más decirles que ha llegado el momento de que nos encontremos», expone.
¿Fechas para este proceso? «Estaríamos hablando del último domingo de mayo, como máximo, para la elección municipal», precisa. «La convención estaría haciéndose, aproximadamente, a mediados del mes de noviembre o diciembre de este año, porque lleva sus procesos, y hay que buscar la manera de conseguir un acuerdo político y jurídico; nuestro partido atravesó un proceso de judicialización».
Descartado, eso sí, el cambio de nombre. «No lo hemos pensado ni lo vamos a pensar porque Copei fue un referente fundamental para el país y para la democracia; nosotros lo que sí hemos pensado es en la necesidad de reconstruir».
Ya en en el ámbito nacional, Alvarado reflexiona que el país necesita que las organizaciones políticas se puedan fortalecer. Defiende el acuerdo «en pro y en beneficio de los ciudadanos», opina que el diálogo en México solamente funcionó para un sector de la oposición y que «no hubo un beneficio para los venezolanos».
Cita a Arístides Calvani, «un hombre muy preparado, doctrinariamente hablando muy ortodoxo, quien decía que para la política, más que cerebro, había que tener glúteos, para tener muchas horas sentados para buscar los mejores acuerdos en pro y en beneficio de los ciudadanos».
-¿Copei tiene glúteos?
-Suficientes, y estamos trabajando, y lo hemos demostrado en esa Asamblea Nacional donde solo somos el 7% del Poder Legislativo y estamos presentes en cada una de las comisiones. Particularmente estoy en la comisión de diálogo, paz y la reconciliación nacional, y esos son horas de debates, horas de discusiones con los distintos sectores, con los distintos factores. Además estoy en la comisión de política interior, donde toca debatir materia tan gruesa como la reforma del TSJ. Estoy presidiendo nuevamente, pues me ratificaron en la presidencia de la subcomisión de derechos humanos, garantías constitucionales, régimen penitenciario y seguridad ciudadana. Una materia tan álgida, tan importante, donde la discusión es muy fuerte en materia de derechos humanos, hemos tenido que buscar la manera de cómo entendernos para que exista la posibilidad de acuerdo dentro de los factores, tanto los del gobierno como los de la oposición.y estructurar una opisición sólida Esa manifestación de renovarse, reencontrarse, reorganizarse con cuadros participativos, de realizar acciones sociales y otras actividades que ayuden a los ciudadanos también han sido planteadas en Acción Democrática, Voluntad Popular, Primero Justicia, la MUD, en informaciones dadas por algunos dirigentes de esos partidos y conformar una oposición sólida.
