Los manifestantes colocaron velas, un carrito y un peluche para condenar el asesinato de un niño migrante. Menfri París, secretario general de Acción Democrática en Caracas, exigió una investigación imparcial sobre el hecho
El primer paso de Menfri París, secretario general de Acción Democrática en Caracas, fue informarles a los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) apostados en la Embajada de Trinidad y Tobago, en Caracas, que varios militantes adecos protestarían por el asesinato de un niño venezolano. Era poco después de las 12 del mediodía de este martes 15 de febrero.
Más temprano habían entregado un documento en el que le plantaban cara al gobierno de Trinidad.
«Es un connacional. Un niño venezolano», alegó París para justificar la protesta. «Nosotros tenemos que cuidar la embajada», le contestaron. Ante sus rostros crecía la cola de la hora de salida de los estudiantes del colegio María Auxiliadora.
Los uniformados replicaron que debían buscar un sitio dónde hacerlo que no tocara el territorio trinitense. Pero los voceros de AD replicaron que el territorio de Trinidad comenzaba en la vivienda, y no en la acera. Se apartaron y esperaron unos minutos.
Finalmente, París les notificó a los policías que colocarían un peluche, un carrito y varias velitas en una esquina de la embajada para recordar al niño. «Y si no, me metes preso», agregó. «Es un niño venezolano».
París declaró a los medios de comunicación; exigió acciones concretas para que Venezuela enfrente las medidas de Trinidad. El grupo se colocó a un costado de la embajada para depositar el peluche, el carrito y las velas, y allí una de las militantes adecas comenzó una oración con un rosario en las manos.
Terminó el acto. Antes de despedirse, París les notificó a los funcionarios que probablemente en la noche se acercarían otras personas a rezar por el niño asesinado. En los PNB se repitió la misma cara de asombro.