«En vez de ver subversivos debajo de cada piedra, liberen a los presos políticos», planteó el defensor de derechos humanos
El defensor de derechos humanos y activista político Enrique Ochoa Antich indicó este martes que generalmente distingue entre los informes del Alto Comisionado para los DDHH y los de la Misión de Determinación de Hechos, porque los primeros podrían ser más objetivos y los segundos podrían ser más sesgados. Señaló que ha aumentado la represión, pero que cualquier gobierno tiene le derecho de defenderse ante una presunta conspiración.
Sin embargo, dijo Ochoa Antich, decir que 2.200 personas, jóvenes, personas con dispacacidad «me parece un poco forzado». En entrevista con Unión Radio, consideró que ha habido persecución contra quienes manifestaron su descontento a partir del 29 de julio.
«Uno de los dramas que viven los venezolanos es que perdemos la credibilidad en relación con todo lo que se dice» porque «es difícil creer todo lo que dice el gobierno, es difícil creer todo lo que dice la oposición».
«Pareciera que la única misión del gobierno es no dejarse tumbar» y está dedicado «a cazar conspiradores, a mostrar armas, a tener más y más presos políticos», subrayó en entrevista con Unión Radio. La oposición, por su parte, no parece dispuesta a llegar a acuerdos mínimos con los gobernantes.
Los dos sectores deben sentarse a negociar, enfatizó Ochoa Antich. «Pareciera que, por la vía de los hechos, van a sostenerse en el poder y Maduro se va a juramentar el 10 de enero, entonces deben tener sentido de grandeza» y dejar la persecución. «En vez de ver subversivos debajo de cada piedra, liberen a los presos políticos».
Manifestó desear que el diálogo sea en Venezuela, entre venezolanos, con figuras dispuestas a construir puentes. «Pero tiene que haber una buena voluntad de parte de los dos. Si lo que existe es la negación del otro, es muy complicado».
Reiteró su llamado a una amnistía negociada con la oposición y a garantizar la libertad de los presos políticos. Un gobierno de unidad nacional como el que se organizó en Polonia, propuso.
Para el 10 de enero «la oposición parece que va a una comedia bufa» y con eso «se juega con la esperanza de la gente».