«Pienso que al gobierno no le gusta que protestemos en las calles de Caracas con los pensionados, con los gremios de la salud. Es una molestia que nos mantengamos en la calle», asegura
No es raro encontrar al activista y luchador social Mario De Nigris acompañando protestas y denuncias, o en manifestaciones en las que los focos se los llevan otros. Pero este martes 5 de septiembre a De Nigris le tocó ser el centro de la noticia, y acudir a la sede del PNUD en Caracas para denunciar que pretenden vincularlo con supuestos planes violentos.
«Creo que quieren callar la voz del pana Mario. Callar la voz un dirigente político que lo que hace es labor social a través de fundaciones para paliar un poco la gran crisis que se vive en los sectores populares del país. Lo que he hecho es alzar la voz en mi programa conocido popularmente como ‘La Olla’, llevar la voz de los estados y de las personas que quieren poner su denuncia. Pienso que es por eso», explica a contrapunto.com.
Cuenta que ha sido atacado por grupos de wasap recientemente, y aclara que no ha tenido ningún diálogo con el gobierno.
De Nigris reitera que es demócrata: «Siempre nos hemos ido por la vía constitucional. Lo que pasa es que al gobierno como que le molesta que le digan las verdades. Le molesta que se visibilice la problemática de las personas en los sectores populares y que se ayude a las personas que necesitan ayuda realmente».
Según la denuncia presentada este martes en el PNUD el estudiante ucevista John Álvarez fue torturado por supuestos funcionarios de la PNB para obligarlo a incriminar a varios activistas; entre otros, el propio De Nigris.
«Pienso que al gobierno no le gusta que protestemos en las calles de Caracas con los pensionados, con los gremios de la salud. Es una molestia que nos mantengamos en la calle», prosigue De Nigris.
Afirma que se mantiene firme en sus convicciones y creencias democráticas: «No tengo miedo porque no soy delincuente». Nunca, enfatiza, «hemos sido subversivos, pero para el gobierno ser demócrata y ser crítico es ser subversivo».
Por el contrario, se reconoce a sí mismo como «un ser de luz, que cree en la reconciliación nacional, que cree que tenemos que darle mucho amor al país y abrazarnos entre hermanos para lograr reconstruir Venezuela».
Se encomienda a dios y a San Miguel Arcángel, e insiste en que «cuando uno no es delincuente, cuando uno no la teme, uno tiene que estar tranquilo».