Se puede hacer una recomposición electrónica del rostro y del cuerpo, planteó el doctor Enrique López Loyo, expresidente de la Academia Nacional de Medicina y líder de la exhumación
El doctor Enrique López Loyo, expresidente de la Academia Nacional de Medicina y líder de la exhumación de los restos de José Gregorio Hernández, informó este lunes que la «autopsia en diferido» que se le hizo permitió identificar un aumento del diámetro del tórax, lo que indica «que el pulmón estaba lleno de aire porque había dificultad para su salida, que es lo que ocurre en el asma bronquial». También presentaba tuberculosis.
También se halló un tumor benigno en el hueso del talón izquierdo (osteoma), por lo que tenía dificultades para una marcha estable. Igualmente detectaron las señales de que cargaba agua.
«Era un hombre que se cuidaba, que tenía una vida muy austera, que no fumaba», detalló en entrevista con Unión Radio.
En esa época la esperanza de vida era muy baja, de 60 años, aproximadamente.
López Loyo propuso que, al tener parte del rostro casi intacto, se puede hacer una recomposición electrónica del rostro y del cuerpo: «Se puede lograr el apoyo financiero para eso». Esta decisión la debe tomar la Iglesia católica, aclaró.
A los restos hay que hacerles mantenimiento periódicamente, recordó. De Hernández se hicieron más de 300 cortes para reliquias.
El experto informó que a Salvador Montes de Oca también se le practicó la exhumación para avanzar en su camino a los altares.