Solo el personal de los rubros exceptuados y los compradores salieron a las calles caraqueñas y abordar el Metro de Caracas durante el segundo día de radicalización de la cuarentena
La radicalización de la cuarentena en Venezuela limita en la movilidad de los caraqueños que este martes 23 de junio, que salieron a la calles para cumplir con sus compromisos laborales, realizar compras esenciales o producir algo para cubrir sus necesidades básicas.
Durante el recorrido de Contrapunto se conversó con transportistas, mototaxis, taxistas, usuarios del transporte público, kioskeros e incluso milicianos que se encontraban entre Sabana Grande y Plaza Venezuela.
El segundo día del aumento de la medidas de confinamiento para evitar la propagación del virus contó con la operatividad del Metro de Caracas, lo que facilitó el traslado de muchos usuarios, sin embargo, las concesiones para ingresar el servicio fueron mucho más celosas.
María Pérez, personal de limpieza, contó que no pudo acceder al servicio subterráneo debido a que no contaba con el carnet físico de la empresa para la cual labora y aunque presento salvoconducto le impidieron el acceso.
Incluso a los conductores cubrir las rutas de transporte suele complicárseles por las alcabalas que regeneran colas y retardan el recorrido, por lo que optan por tomar caminos verdes para evitar el congestionamiento.
El horario de trabajo de los transportistas se ha visto reducido durante esta semana debido a la poca afluencia de usuarios.
Con referencia a la operatividad del 60%, el transportista José Bastidas indicó que aunque la medida no les beneficia es la única opción para seguir laborando durante la pandemia.
El taxista Carlos Jiménez indicó que, aunque está semana la cuarentena se ha radicalizado. «Salí haber si podía hacer una carrerita para llevar alguito para la casa».