Trabajadores no sabían cómo llegarían a su casa. El bulevar de Sabana Grande se vació antes de que llegara la noche
El segundo día de tiroteos en Caracas dio lugar a una noche de «toque de queda» impuesto por la violencia de los enfrentamientos entre bandas criminales y cuerpos de seguridad en zonas como la Cota 905, El Cementerio, El Valle, Coche.
A las 5 de la tarde de este jueves Chacao (estado Miranda), era un hervidero de personas que intentaban colgarse -literalmente- de cualquier unidad de transporte público. Decenas de ciudadanos, al no lograr ni siquiera ese puesto en el aire, decidieron caminar hasta Chacaíto (más de 10 cuadras) aunque no todos tenían los zapatos como para esta misión.
Chacao es un municipio con un gran flujo de transeúntes durante el día, por razones de trabajo o diligencias personales.
Ya en Chacaíto, en una cola de la extensión de una cuadra los usuarios que necesitaban viajar hasta Catia esperaban -no con mucha paciencia- que los transportistas arrancaran. La misma inquietud: Llegar de día al oeste de Caracas, llegar a tiempo al hogar.
El bulevar de Sabana Grande, que en semana flexible es un sitio de encuentro al término de la jornada laboral, se fue vaciando más temprano que de costumbre. «No sé cómo voy a subir a mi casa», contó una vendedora en una de las numerosas tiendas de ropa y alimentos.
«Ya estamos cerrados», respondió el portero de una farmacia a dos clientes que, poco después de las 6 de la tarde, intentaron ingresar al local. Comercios que pueden permanecer abiertos pasadas las 7 de la noche resolvieron bajar la santamaría gris, mucho más temprano.
Hasta los buhoneros se retiraron de sus puestos y se llevaron su mercancía a destinos más seguros.
Inquietud es la palabra que mejor puede describir los rostros de quienes intentaban movilizarse la tarde de este jueves en la capital del país.
Después de 24 horas sin información oficial, las declaraciones -vía Twitter- de la ministra de Relaciones Interiores, Carmen Meléndez, no lograron despejar el camino de los rumores.
Hasta este jueves en la tarde se reportaban ocho víctimas por las balaceras: seis civiles y dos policías.