El Gobierno está obligado a acudir a la tecnología porque la poca disponibilidad de efectivo, la hiperinflación y la devaluación hacen imposible pagar con billetes y monedas
Ya la voluntad política fue manifestada por el mandatario Nicolás Maduro y ahora su equipo está haciendo los ajustes técnicos y logísticos para asumir el aumento de la gasolina en Venezuela.
El registro de vehículos en el sistema Patria comenzó y allí el Gobierno levantará una data importante para la determinación del comportamiento de los consumidores y donde espera una mayor demanda de combustible.
Al interior del Gobierno se debate la posibilidad de entrar en un sistema dual de cobro. La idea planteada es la existencia de dos precios diferenciados, que abrirá la posibilidad de que inversionistas privados incursionen en el negocio de la distribución y venta de gasolina.
En medio de esta discusión también se presenta el tema del precio que, según las últimas informaciones de fuentes vinculadas con la discusión, estaría entre 0,05 centavos de dólar por litro y los 0,30 centavos por litro.
Con estos precios estaría siempre por debajo de lo que se cobra en países vecinos como Colombia ($0,56) y Brasil ($0,70).
El sistema dual
Una de las ideas que se maneja es el establecimiento de un precio de la gasolina más barato que sería para quienes se registren con el Carnet de la Patria.
En esta modalidad de suministro estaría establecido un cupo de combustible mensual.
Con la limitación de litros de gasolina por cada registrado en el Carnet de la Patria, hipotéticamente, se evitaría que este combustible sea desviado hacia el contrabando de extracción.
La otra alternativa para adquirir la gasolina sería en canales fuera del registro del sistema Patria a un precio más alto y sin limitaciones.
En esta franja del suministro se abriría un espacio para la inversión privada, que no tiene limitaciones legales en las actividades aguas abajo de la industria petrolera.
La idea sería entregar en concesión algunas de estaciones de servicio que determinarían su precio en un porcentaje, con un piso y un techo, por encima de la gasolina de referida para los registrados en el sistema Patria.
De esta forma los privados podrían importar gasolina sin limitaciones y distribuirla en el país y establecer una estructura de costos y precio diferenciado.
Por otra parte, al ser inevitable el pago con dinero plástico esto generaría una huella digital de los consumos de combustible que sería monitoreado. La idea es determinar picos de compras que podrían indicar actividades irregulares de comercio de gasolina.
Se pudo conocer que esta parte de las sugerencias que hicieron los iraníes para implementar un esquema de cobro del combustible, según algunos debería tener un precio promedio de 0,10 centavos de dólar.
La otra pata de la mesa sería el transporte público, de alimentos y medicinas, el cual tendría un subsidio directo para evitar que se incrementen los costos en estas áreas de la economía.
Evalúan el mecanismo de asignación del subsidio a las empresas de estos sectores y cuál sería la logística.
Finalmente es importante decir que además del cobro y el mecanismo a adoptar el tema del precio es el que tranca la discusión al interior del equipo de Maduro.
El juego sigue.