Un riesgo soberano de 60 mil puntos hace muy difícil que los inversionistas vengan, pronosticó
Es difícil que los tenedores de bonos puedan atender el llamado de Delcy Rodríguez, porque el gobierno no ha dado muestras que generen confianza, y además pesan las sanciones, estimó este viernes el economista y profesor Francisco Contreras.
También puede pesar la actitud del gobierno de Maduro ante la agresión de Rusia contra Ucrania. El gobierno debió aproximarse a una postura como la de China, que no tiene una posición beligerante. El conflicto en Ucrania nos ha dejado mal en la diplomacia, afirmó.
Si se aliviaran las sanciones los tenedores de bonos podrían sentarse a negociar, adelantó, y eso mejoraría la confianza en el país. Un riesgo soberano de 60 mil puntos hace muy difícil que los inversionistas vengan, pronosticó. Venezuela necesita unos 8 mil millones de dólares para llevar los sueldos de los empleados públicos a 300 dólares al mes.
Hay un conjunto de elementos adversos que deben ser hablados, es como una regularización de la guerra como la hizo Bolívar con Morillo en el siglo XIX, comparó. Ese tratado implica restituir la confianza, y para eso hay que cumplir con los acuerdos, liberación de presos políticos, conversaciones ciertas sobre el manejo más transparente de los procesos electorales, acompañamiento de veedores internacionales, liberación del país de la asfixia regulatoria.
Impacto de la guerra
La guerra en Ucrania va a tener un impacto muy serio, porque el mundo está globalizado, y cuando ocurren las sanciones los bienes que se transan deben ser sustituidos por otros más costosos, indicó.
Por supuesto que el peso recae más sobre Rusia que sobre Occidente, porque desde hace tiempo está en una situación de autoarquía, con poco intercambio, y con exportación de productos como hidrocarburos, analizó.
Pero las sanciones tendrán un impacto sobre todo el mundo, y prueba de ello es que ya subió el precio del gas, señaló. 30% del trigo del mundo se produce en esa zona, por lo que habrá escasez de productos que se transformará en aumento de precios.
Venezuela no podrá aprovechar esta oportunidad por la caída en la producción petrolera, ya que es muy difícil que podamos superar el umbral de 1,2 millones de barriles al día.
Los extremos en Venezuela tienen el interés de mantener su influencia en sus esferas de poder, y por eso rechazan cualquier acuerdo, evaluó en entrevista con Unión Radio. Tienen un peso bien importante, aunque es incierto si lograrán sus objetivos.