«Mañana va a haber una marcha del personal de Conviasa; una marcha hasta la Asamblea Nacional, exigiéndole al gobierno argentino que devuelva el avión secuestrado por el gobierno de Fernández», indicó Diosdado Cabello
El primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello Rondón, durante la acostumbrada rueda de prensa de la tolda política exigió en nombre del pueblo la devolución del avión de Emtrasur, retenido por el gobierno de Argentina dirigido por Alberto Fernández.
«Con toda la intensión de apoderarse de un bien que es de todas las venezolanas y los venezolanos, el presidente de Argentina tiene secuestrada a la tripulación», aseveró Cabello, agregando que «el gobierno argentino se pone del lado de quienes han atropellado al pueblo de Venezuela».
Así mismo, el primer vicepresidente del PSUV subrayó que «desde aquí nosotros exigimos la devolución del avión venezolano al señor Fernández, que devuelva ese avión a nuestro territorio lo más pronto posible y toda la tripulación sea puesta en nuestro país».
En este sentido, aseguró que el gobierno de Fernández es el único responsable de lo que ocurra con el avión y la tripulación venezolana; «no había ni armas, ni poniendo en peligro de la seguridad de nadie, al contrario pusieron en peligro la seguridad de la tripulación al negarle el combustible y al ponerlos a orbitar mientras se les acababa».
«Nosotros no queremos el avión en cinco años, nosotros lo queremos ya porque ese avión es de Venezuela, en cinco años no sirve, será chatarra», dijo el primer vicepresidente del PSUV.
Marcha
«Mañana va a haber una marcha del personal de Conviasa; una marcha hasta la Asamblea Nacional, exigiéndole al gobierno argentino que devuelva el avión secuestrado por el gobierno de Fernández», indicó Cabello, este lunes en rueda de prensa de la Dirección Nacional del PSUV.
En este sentido, Cabello precisó que con el secuestro del avión venezolano, el gobierno de Fernández le ha quitado a Conviasa la posibilidad trabajar desde Argentina.
«A nosotros en lo personal no nos extraña. Es la conducta propia de alguien que vive en la tibieza, en el baño de María. Nadie le está pidiendo grandes cosas, sino que actúe de acuerdo a las normas internacionales», enfatizó.