En Bruselas, activistas de la ONG venezolana Un Mundo Sin Mordaza junto a miembros de otras comunidades de países como Bolivia, Cuba y Nicaragua protestaron en contra de las que consideran dictaduras en Latinoamérica y además se opusieron a que La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE) permitieran la representación de estos regímenes en la Cumbre a celebrarse entre los días 17 y 18 de julio.
Rodrigo Diamanti, fundador y presidente de Un Mundo Sin Mordaza y secretario del Panel de Expertos de la OEA, explicó que «la dictadura en Venezuela es solo una de las muchas que existen en Latinoamérica y que afectan a millones de personas. Debemos unirnos en la lucha por la democracia, los DDHH, y no permitir que estos dictadores sigan teniendo espacios donde se legitimen sus regímenes».
«Es importante que la comunidad internacional tome medidas para apoyarnos y no permitir que se normalice la presencia de regímenes autoritarios en foros como la CELAC intentando presentarse como defensores de los DDHH cuando en realidad son los principales violadores de los mismos. Todos tenemos la responsabilidad de hacer nuestra parte para poner fin a la dictadura y ayudar a construir un futuro mejor para Venezuela y toda Latinoamérica», continuó.
Con banderas representativas de sus países y consignas de «Abajo la dictadura» y «No son bienvenidos» los activistas realizaron esta protesta que observaron los transeúntes pero también los autos que llevaban a los mandatarios y representantes de los países que fueron convocados a la CELAC.
La protesta de activistas venezolanos, bolivianos, nicaragüenses y cubanos, defensores de los DDHH y exiliados se llevó a cabo frente a la Comisión Europea, el Servicio de Acción Exterior y el Consejo de la Unión Europea, donde se está celebrando la Cumbre.
Representación de Venezuela en la CELAC
Delcy Rodríguez obtuvo una autorización especial para participar de la cumbre entre la UE y CELAC, pese a estar incluida en la lista de sancionados del bloque europeo.
«Durante años, el régimen venezolano ha reprimido y violado los derechos humanos de miles de ciudadanos. La falta de libertades y la corrupción han llevado a una crisis económica y humanitaria sin precedentes en el país», concluyó Rodrigo Diamanti.