Abucheos, aplausos, debates subidos de tono, fueron parte del escenario, pero también saludos e intercambios de palabras
Finalmente se reincorporó a la Asamblea Nacional un grupo de parlamentarios de la bancada del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el cual llegó por la entrada derecha del Palacio Federal Legislativo, encabezado por el diputado Pedro Carreño, quien también es parte de la Asamblea Nacional Constituyente.
Con el grito de «Chávez vive, la lucha sigue», el grupo fue abordado por los numerosos periodistas que estaban desde temprano en el Parlamento.
–Buenos días para todas y todos (…) Aquí son las 10:06 minutos de la mañana y todavía aquí no existe el quórum necesario –dijo- Francisco Torrealba, miembro de la Asamblea Nacional Constituyente y ex ministro del Trabajo, antes de entrar al hemiciclo de sesiones.
Al ser cuestionado sobre cuántos diputados se iban a reincorporar, Torrealba no precisó la cantidad, pero aseguró que sería «la amplísima mayoría, no menos de un 98%». Entre las caras más conocidas de la bancada chavista que acudieron estuvo: Tania Díaz, Pedro Carreño, Dario Vivas . Cilia Flores, Diosdado Cabello no acudieron.
Al finalizar sus palabras, el grupo del PSUV entró al hemiciclo de sesiones en donde ya estaban los diputados de la bancada de la unidad. Minutos después, el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó,salió de su oficina y sin dar declaraciones a la prensa, como lo hace habitualmente, pasó directo al hemiciclo.
–Solicitamos la votación nominal del acta leída por Secretaria –pidió la diputada Nora Bracho. La votación comprobó que había el quorum suficiente (98 votos) para dar comienzo a la sesión.
Durante esta sesión también tuvo lugar la reincorporación del primer vicepresidente de la AN Edgar Zambrano, quien fue liberado hace una semana tras permanecer más de 100 días preso por su vinculación con los hechos del pasado 30 de abril en el Distribuidor Altamira.
Al inicio, el debate se centró en quiénes podían o no volver al Parlamento en condición de diputados. El segundo Vicepresidente, Stalin González, pidió la lectura del artículo 191 de la Constitución, el cual establece que ningún diputado puede asumir un cargo público a menos que sea en condición de «docentes, académicas, accidentales o asistenciales».
Basado en la Constitución, Guaidó, negó el derecho de palabra a Francisco Torrealba, por haber sido parte del Ejecutivo del mandatario Nicolás Maduro, en 2017. Esta decisión fue tomada de buena manera para la bancada.
En reclamo de la decisión, Torrealba subió al podio de la Directiva, algo que ocurrió en diversas ocasiones. Esta sesión se caracterizó por las subidas de muchos diputados al podio,algo que no pasaba con frecuencia en las últimas sesiones.
La diputada Tania Díaz, propuso discutir la supuesta relación de Guaidó con el grupo criminal colombiano Los Rastrojos. La votación fue visiblemente favorable para la bancada de la unidad por lo que la reforma al orden del día fue negada.
«Estamos aquí para abrir espacios de diálogos. Este poder desde que asumió por mayoría se insubordinó y está alzado contra los demás poderes», expresó Díaz.
Otra de las intervenciones más aplaudida, pero también abucheada, fue la del diputado Henry Ramos Allup, quien acudió por segunda sesión consecutiva, tras faltar por varios meses, luego de que la Constituyente lo amenazara con vulnerar su inmunidad parlamentaria.
«Por añadidura diputado Carreño, le quiero decir que esa sala Constitucional es írrita, esa es la que está en desacato, porque se conformó con magistrados exprés designados entre gallos a medianoche por la anterior AN ;así que por lo írrito usted no tiene razón y los que fueron diputados y aceptaron cargos públicos ya no son diputados y punto», expresó Ramos Allup en respuesta a las palabras del diputado Pedro Carreño, quien sugirió que el TSJ podía hacer cambios al artículo 191 de la Constitución.
Los que sí tuvieron participación en el debate fueron los jubilados y pensionados. Emilio Lozada habló en representación de la Federación Nacional de Jubilados y Pensionados de Venezuela, la cual preside:
El debate se extendió por más de cuatro horas. Hubo más de 25 intervenciones, entre diputados de oposición y los del PSUV. Al final, la reincorporación de la bancada oficialista no pasó más allá de abucheos y debates subidos de tonos. Sin embargo, sí hubo saludos, abrazos e intercambios de palabras entre políticos.