Hasta ahora todo indica que en la casa donde se forman los profesionales de la salud lograron aprobar la materia de volver a clases sin enfermarse. El pasado 16 de julio se graduaron, en un acto presencial, “41 licenciadas en enfermería que tanta falta le hacen al país”, subraya Fátima Garcés, coordinadora académica de la Facultad. “No puedes formar a un profesional de la salud a distancia. Un médico, un bioanalista o una enfermera no se pueden formar a distancia porque necesitan habilidades y destrezas que nada más las garantiza el trato con el paciente”, asevera Mariano Fernández, coordinador de investigación
El 13 de marzo de 2020, antes de que la pandemia se instalara en nuestras vidas como un signo de interrogación, se graduó un grupo de médicos de las escuelas de medicina Vargas y Razetti de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Fue el último acto de grado presencial de la comunidad, recuerda Fátima Garcés, coordinadora académica de la Facultad de Medicina. Este viernes 16 de julio de 2021, más de un año después, se graduaron 41 enfermeras en una ceremonia que intentó ser como las de antes: “El primer acto presencial después de que se declaró la pandemia”, destaca Garcés
En la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV) tratan de convertir la COVID-19 en una enfermedad con la cual convivir, y no porque no la respeten. No solo continúan las investigaciones y las defensas de trabajos, sino que en algunas áreas las actividades son presenciales. “No puedes formar a un profesional de la salud a distancia. Un médico, un bioanalista o una enfermera no se pueden formar a distancia porque necesitan habilidades y destrezas que nada más las dan el trato con el paciente”, asevera Mariano Fernández, coordinador de investigación.
“Celebramos el aniversario de la Facultad, estamos dando clases”, carreras como salud pública y bioanálisis comenzaron un nuevo año, explica Garcés. “Seguimos trabajando porque no se puede parar la universidad”.
El 16 de julio se graduaron “41 licenciadas en enfermería que tanta falta le hacen al país; el Hospital Universitario no tiene operaciones porque no hay profesionales de enfermería. ¿Por qué? Porque ganan dos dólares o tres dólares”. Dos semanas antes “se graduaron 200 estudiantes de posgrado” en todas las áreas, celebra Fernández.
¿La Facultad está operativa? “No al 100%, pero está operativa”, responden ambos. “Casi todas las carreras de la facultad se realizan en los hospitales”, tanto en pregrado como en posgrado. “Ellos se están formando, y a la vez, están atendiendo”, señala Fernández. Este semestre se inscribieron 302 estudiantes para bioanálisis, pero “en presenciales tuvimos los últimos años”, unos 60 estudiantes en total.
Lo mejor de los dos mundos
En la Facultad pasaron por su periodo de cierre, de preguntas sin respuesta. “Cuando llega la pandemia se suspendieron todas las actividades”, explica Fernández. “Nosotros empezamos a venir unos días a la semana, y a reunirnos con los directores de las escuelas, para ver la manera de trabajar”.
Gradualmente, y de manera sectorizada, regresaron a la presencialidad este año. “Fue una discusión grande”, rememora. La Facultad elaboró, precisa Garcés, el primer documento con las normas de seguridad para la semipresencialidad.
Su conocimiento como epidemiólogo lo ha puesto Mariano Fernández para la organización del regreso. “Un aula que antes tenía 30 alumnos le estamos permitiendo ocho o 10, con las medidas de bioseguridad respectivas”. Para un concurso de oposición toman el salón del consejo de facultad porque se puede airear y solo con el personal necesario. En mayo pasado, cuando se registró un pico de casos, se suspendieron las clases, “y volvimos otra vez a finales del mes de junio”, afirma Garcés.
Como es semipresencial la otra parte se hace a distancia. Desde 2012 “está aprobado un reglamento del sistema de educación a distancia”, que se materializó con los mega apagones de 2019. Después se produjo lo que el profesor denomina “la virtualización forzada” con la pandemia.
No por tener educación a distancia es de menos calidad o con menos contenidos, aclaran ambos. “Nada que ver”, insiste Garcés. “Seguimos dando educación de calidad”. Los medios digitales funcionan, a pesar de que “hay mucho camino por recorrer de las prácticas y las evaluaciones”, reafirma Fernández.
Esta semipresencialidad, puntualizan, no ha acarreado problemas con las autoridades rectorales. “No nos han dicho ni sí, ni no”. Tampoco es obligado para los profesores. “Si usted es un profesor al que no se le paga, que no tiene medio de transporte, ¿cómo lo obligas a que haga esto o aquello? Es la voluntad del individuo el querer hacerlo”, refiere Fernández. “Ya hemos pasado caso año y medio de pandemia. La gente está viendo que algunos han ido empezando, y se van sumando en vista de que ven que la academia debe continuar”, añade.
No todos están vacunados
Aunque se ha solicitado el plan de vacunación para la UCV “no nos lo han dado”, critica Garcés. La Facultad “ha ofrecido el personal, porque tenemos una escuela de enfermería; tenemos almacenamiento”. Los profesores que se han vacunado “o son del Hospital Universitario y fueron vacunados en el momento en que comenzó la vacunación; o han ido por su cuenta a hacer la cola. Pero quedan muchísimos profesores sin vacunar, y sin vacuna no los puedes obligar la presencialidad”, razona.
Entre 30% y 40% de los profesores de Medicina están inmunizados contra la COVID-19. Los estudiantes del sexto año también lo consiguieron, “por esfuerzo de ellos” que lo buscaron.
La pandemia ha logrado “que el personal de salud sea valorado cuando antes no lo valoraban; se ve la necesidad de seguir egresando personal de salud en todas estas áreas”, describe Garcés. Los infectólogos y los bioanalistas, por ejemplo, son muy solicitados; los primeros, por el manejo de los pacientes, y los segundos, por los exámenes para descartar el coronavirus.
Sin recursos para la investigación –porque desde 2013 no hubo más financiamiento de Fonacit- es una proeza que la ciencia avance. Han podido hacerlo. Este año entregaron el premio anual Edmundo Vallecalle a la trayectoria, y los premios Vargas y Razetti correspondientes a 2019, y en noviembre esperan hacer lo mismo con los de 2020. Se mantiene el Programa de Estímulo al Estudiante Investigador, que permite a los estudiantes presentar un trabajo ante un jurado y obtener el grado académico con honores. Todos los estudiantes de la Facultad pueden adscribirse a alguna de las líneas de investigación activas en los institutos: Instituto de Medicina Tropical, el Instituto de Inmunología, el Instituto de Medicina Experimental, el Instituto Anatómico, el Instituto de Biomedicina y el Instituto de Cirugía Experimental.
Necesidades para volver
Para el próximo semestre “necesitamos que nos equipen con todos los implementos para cumplir las medidas de seguridad: tapabocas, gel, guantes, material de limpieza”, enumera Garcés. Se requiere también de un presupuesto justo, ya que “no hay dinero para funcionamiento”, expone Fernández.
-¿Cómo funcionan?
-Trayendo cosas de nuestras casas. Yo busco a las secretarias para que vengan- afirma la coordinadora académica.
Recuperar los autobuses de la UCV es una materia pendiente: “Las unidades no están trabajando porque necesitan repuestos”, y una secretaria que gana dos dólares no tiene ni cómo pagar el pasaje. La infraestructura de toda la facultad necesita reparaciones, impermeabilización.
El reto para septiembre, y ya lo están discutiendo, es lograr que toda la comunidad se reincorpore de manera semipresencial.
