En este momento reciben una pensión ínfima y «son rehenes de una caja CLAP que no alimenta», enfatizó Luis Francisco Cabezas, director de la asociación Convite
Los meses de cuarentena han aumentado la fragilidad de los adultos mayores y han incrementado el maltrato dentro del hogar, alertó Luis Francisco Cabezas, director de la asociación civil Convite.
El confinamiento para los adultos mayores ha implicado la pérdida del trabajo, señaló Cabezas en entrevista para Unión Radio.
«Estamos pidiendo que desde el ejecutivo se estudie, de manera urgente, dar a todos los mayores de 55 o 65 años un bono de emergencia mientras dure la pandemia, de 50 dólares», subrayó. También lo puede hacer la Asamblea Nacional. «Si no mueren de COVID-19 se van a morir de hambre», añadió en su declaración.
Las otras enfermedades no están en cuarentena, aseveró, y las personas que las sufren no están siendo atendidas. A esto se suma el alto costo para adquirir los tratamientos.
Convite hizo un estudio en Lara, Miranda y Monagas y encontró que los adultos mayores hacen dos comidas, «se busca normalizar el hecho de las privaciones». Solo una vez comen proteínas, y extrañan comer pollo, pescado y carne.
Los adultos mayores «son rehenes de una caja CLAP que no alimenta». Más de la mitad afirma que la caja dura solo 15 días.
En Caracas, ya se detectaron casos en un ancianato, comentó. En los ancianatos el Estado debe procurar la entrega de insumos y disponer de espacios para el aislamiento. A su juicio se deben buscar espacios para las visitas.