El regreso a las aulas pondrá a prueba los anuncios hechos por el Ejecutivo que estará bajo la mirada escrutadora de los gremios de la educación y la sociedad civil
La infraestructura educativa será sometida a prueba con el regreso a clases en modo «totalmente presencial» después del funcionamiento «especial» que experimentaron los planteles con la pandemia.
Desde el Gobierno se han anunciado planes para la recuperación de la infraestructura y se asegura que las Brigadas Comunitarias Militares para la Educación (Bricomiles) han hecho un trabajo de mantenimiento a nivel nacional.
La jefe de la Zona Educativa Graciela Rapisarda aseguró que las Bricomiles han actuado en las 24 Zonas Educativas del país y se logró mejorar su infraestructura «garantizando óptimas condiciones para toda la comunidad estudiantil».
Sin embargo, desde los gremios ponen en duda estas afirmaciones y sentencian que en Caracas siete de cada 10 planteles no están en condiciones para recibir a los estudiantes.
En el primer día de clases en el oeste de la ciudad, Contrapunto.com, hizo pequeño recorrido y visitó tres instituciones en el 23 de enero y dos en Los Flores de Catia. En esta incursión logramos presenciar la afluencia de los educandos en esta primera jornada del año escolar 2022-2023.
El sistema está frente a un examen que sus críticos creen que no pasará, mientras desde la vicepresidencia de la República se asegura que «8,800 millones de niños» están asistiendo a los centros de enseñanza.
Las críticas
Gricelda Sánchez, presidenta de la organización Formación para la Dirigencia Sindical (Fordisi), señaló que «ante un colapso socioeconómico de tal envergadura, todas las áreas de políticas públicas se han visto afectadas, pero indudablemente la educación ha sido una de las más golpeadas».
Ante el llamado que hizo Nicolás Maduro de retomar las clases presenciales, las organizaciones y gremios docentes han denunciado en reiteradas oportunidades las «precarias condiciones de las infraestructuras» de la mayoría de las escuelas públicas existentes en nuestro país.
Sánchez, manifestó que «las grandes fallas en cuanto a las infraestructuras, déficit de docentes e inacción del Estado comprometen cada vez más la educación en Venezuela».
“Lamentablemente tenemos muchas instituciones que no cuentan con las condiciones necesarias para el retorno de los estudiantes. Nos han llegado reportes de los voceros defensores de derechos humanos en donde han declarado que estos espacios no se encuentran aptos para el regreso de los alumnos, como es el caso de la escuela Enrique Delgado Palacio, ubicada en la parroquia El Valle y la Manuel Antonio Carreño, ubicada en El Paraíso», denunció.
La que habla en este video es la profesora Marlene Querales, vocera de la Unidad Educativa Manuel Antonio Carreño, en la parroquia El Paraíso en Caracas.
Gricelda Sánchez puntualizó que «de cada diez escuelas que hemos visitado en la Gran Caracas y el estado Miranda, siete de las mismas no cuentan con los servicios básicos, como agua y luz entre otros, para el retorno a clases».
«En muchas de ellas los techos se encuentran caídos y con huecos, sin pocetas, ni bombillos y con filtraciones por todos lados, salones inhabilitados y los baños en condiciones inhumana”, relató.
Desde su punto de vista insistió que «es imposible retomar el año escolar en las condiciones que en se encuentran nuestro planteles. La Zona Educativa y la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (FEDE), deben ser las instituciones de velar por el optimo cumplimiento de las condiciones educativas para el retorno a clases, y esto no es visible en los actuales momentos del país».
Contrapunto.com realizó los esfuerzos para contactar a los funcionarios de la Zona Educativa y FEDE para conocer su visión sobre el problema sin obtener respuesta.
La dirigente sindical señaló que para el «retorno a clases real», además «exigimos la recuperación inmediata de los 24.000 centros educativos en Venezuela y que se le dé celeridad a los casos emblemáticos como las instituciones antes mencionadas. Queremos seguir elevando nuestros reclamos, que priorice la misma y destacar la importancia de invertir los recursos en educación”.
«El Ministerio de Educación creó un proyecto denominado ‘Una gota de amor para nuestras escuelas’, desde Fordisi preguntamos a los funcionarios del ministro, ¿Cuáles son las 500 escuelas reparadas para el retorno a clases? Además exigimos que rindan cuentas de los recursos invertidos en esta recuperación de algunos planteles que desconocemos», denunció Sánchez.
En términos cuantitativos «el propio Ministerio de Educación informó ante la opinión pública que de los 24 mil planteles existentes en el país, esta infraestructura esta dotada para recibir el 91% de la matrícula escolar total de la nación que son un promedio de ocho millones de estudiantes».
«Supuestamente el pasado sábado 2 de julio, las Bricomiles se desplegaron en la Unidad Educativa Gabriela Mistral, ubicada en la parroquia 23 de Enero del Distrito Capital, para iniciar el proceso de reparación, reacondicionamiento y remodelación de esta reconocida unidad educativa. Nuestra inquietud es: ¿Dónde están los recursos para reparar estos planteles? ¿Cuál es el personal dirigido a reparar estos planteles? Por último…¿Quién realizará la auditoría correspondiente para evaluar el cumplimiento trazado por esta nueva institución dirigida supuestamente a la recuperación física de nuestras escuelas?», cuestionó Sánchez.
Otra visión
Tulio Ramírez, director del Doctorado en Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y presidente de la Asociación Civil Asamblea de Educación, manifestó que «el deterioro de nuestros planteles es visible desde el 2015, todo esto aunado a que el Ministerio de Educación no presenta Memoria y Cuenta ante la Asamblea Nacional sobre nada. Esto dificulta procesar las posibles cifras vinculadas al tema educativo del país».
«Todos los centros de investigación y todas las ONG relacionadas al tema educativo del país estamos trabajando con cifras aproximadas debido a que no tenemos cifras oficiales sobre el tema educativo», acotó
Sin embargo el científico afirmó que «el primer deficit en términos educativo es que no contamos con cuentas claras y esta realidad hace imposible tener algún tipo de certeza sobre los estudios que se puedan realizar en torno al tema educativo nacional».
Asimismo destacó que «efectivamente en Venezuela existe 24 mil planteles entre nacionales y distritales. De este total el 25% son planteles privados, que debido a su condición de ser administradas de otra forma deberían estar en óptimas condiciones para iniciar el proceso activo y presencial de clases».
«Es importante destacar que la mayoría de estas escuelas públicas fueron construidas por el legado surgido en la década de los años sesenta con la caída de la dictadura del Marcos Pérez Jiménez», acotó.
Además agregó que «la mayoría de las escuelas estaban concentradas en las ciudades más pobladas del país y esto obligaba a que la población rural se tenía que desplazar a Caracas cuando el estudiante llegaba a niveles de bachillerato debido a que en las regiones o el interior del país no existían la infraestructura idónea para seguir sus estudios».
«Con el surgimiento del Estado docente se hace posible poblar todo el territorio nacional de escuelas y, con esta puesta en práctica, se logra construir la mayoría de las escuelas que tienen presencia protagónica en el interior del país», apuntó.
En este sentido, Ramírez subrayó que «la clase media fortalecida del país se debe en gran medida por la llegada de la libre y gratuita escolaridad en los niveles básicos que garantizo el estado docente de esa época».
Asimismo reitero que «el deterioro progresivo de nuestras escuelas se evidencia en la falta pronunciada de servicios públicos y el deterioro prolongado de las infraestructura, que además están abandonadas en todos los sentidos».
«El programa denominado ‘Una gota de amor para la escuela’, es un burla para todo el país. Supuestamente se invirtió una pequeña suma de recursos para recuperar 500 escuelas de las 24 mil existentes. Pero no existe validación de esa inversión. Mi pregunta es: ¿Cuál gota de amor para las escuela si nuestras escuelas, en su gran mayoría, carecen del servicio del agua potable?», alertó.
Fundaredes
«Inicio del año escolar 2022-2023 bajo precariedades e irresponsabilidades, es parte de la realidad nacional», afirmó Mackler García.
“El respeto del derecho a una educación libre y de calidad para niños, niñas y adolescentes, se ve altamente afectada por la decadencia en infraestructuras, alimentación y beneficios socioeconómicos”, así lo indicó el Coordinador del Observatorio de Educación de Fundaredes.
Producto de sus últimas investigaciones manifestó que «frente al llamado a clases presenciales realizado por el Estado venezolano, docentes y estudiantes continúan batallando con la persistente emergencia humanitaria compleja, que denota problemas como fallas en los servicios públicos, aulas en total deterioro, falta de insumos, entre otros aspectos que se requieren para un proceso normal de enseñanza-aprendizaje».
Aseguró el activista de la ONG que “frente al irresponsable llamado de iniciar clase este 03 de octubre por parte del Ejecutivo Nacional, mencionamos que las condiciones no están dadas, puesto que más del 70% de las instituciones educativas entre inicial, primaria, media general, no cuentan con espacios y ambientes acordes para llevar a cabo el proceso escolar con total normalidad y en la modalidad presencial”.
Otra voz
Oscar Iván Rose, miembro de la ONG Red de Observadores en su programa AC Con la Escuela, realizó cuatro encuestas en una muestra representativa de 72 planteles a nivel nacional, para el retorno a clases en Venezuela. En el primer resultado de esta encuesta encontraron que «37,5% de las infraestructuras estaban en mal estado».
La investigación de campo, buscaba detectar la situación de las instituciones escolares públicas y privadas populares subvencionadas, en el sector rural y urbano.
El estudio se realizó entre el mes de Enero y Junio de este año. De tal manera que los resultados, en lo que respecta a infraestructura, entre otros, corresponden a cómo cerraron el año escolar 2021-22 las instituciones encuestadas en seis estados del país, de cuatro regiones, incluyendo el estado Miranda.
Desde el sindicato
Angélica Flores, secretaria de trabajo, reclamos y reivindicación del Sindicato Unitario del Magisterio (Suma), denunció que el gremio hizo un recorrido por los diferentes municipios del estado Carabobo y señaló que «el 80% de los planteles de la entidad no están en condiciones para el regreso a clases este lunes 3 de octubre».
Asimismo declaró que «la mayoría de las instituciones tienen sus infraestructuras deterioradas y algunos de sus techos presentan filtraciones. Además, no cuentan con agua ni baños operativos».
En esta inspección pudieron comprobar que «de 1.013 escuelas nacionales, estadales, de AVEC y autónomas, solo 110 aproximadamente fueron beneficiadas con los Bricomiles».
Flores destacó que «vieron infraestructuras que dan tristeza, entre ellas la Simón Rodríguez que es un plantel histórico y está deteriorado».
«En el plantel Ana Soto, en Carabobo, ubicado en Flor Amarillo, municipio Valencia, existe un árbol que ya dañó uno de los baños y los bomberos dicen que no lo van a cortar porque es emblemático. Las raíces están levantando la instalación y los alumnos no pueden ver clases allí por lo que deben ser trasladados», manifestó Flores.
Parte del testimonio que se recoge en las siguientes imágenes es producto de los documentos, fotos y videos suministrados de las múltiples ONG que están trabajando el tema de retorno a clases y su evaluación inmediata a nivel nacional.
La Escuela Especial Rafael Urdaneta ubicada en La Cañada de Urdaneta, en el estado Zulia, presenta problemas de todo orden. «La falta de los servicios públicos como el agua potable y la luz eléctrica son las mayores trabas a considerar», manifestó un miembro de personal obrero.
En el plantel Bachiller Ramón Antonio Páez, donde se imparten clases de primero a sexto grado, con una matrícula de 400 estudiantes que convive con 28 docentes y un personal obrero de 10 empleados en el estado Bolívar, «el problema de las filtraciones y falta de dotación es evidente. Los docentes y alumnos exigen mayor presencia de las autoridades nacionales sobre el tema educativo», informó un miembro del personal docente.
Finalmente, recogimos el testimonio del Liceo Fernando Peñalver en el estado Bolívar. «El mayor problema de este plantel esta en el evidente deterioro de la estructura física, donde las filtraciones y la caída de algunas paredes hace imposible el ejercicio pedagógico», así lo manifestó un integrante del personal obrero.
La infraestructura educativa estará sometida al examen que impone el desarrollo del año escolar 2022-2023 y al ojo contralor de los gremios y la sociedad civil.
