El anuncio tomó por sorpresa a los trabajadores, aseguró la dirigente sindical Marlene Sifontes, secretaria de organización de Sunep-Inparques
Parques recreacionales del país, como el Parque del Este, reabrieron sus puertas después de meses de cierre por la cuarentena. Las autoridades también permitieron acceder a parques nacionales, como el Ávila o Waraira Repano. Pero los trabajadores del Instituto Nacional de Parques (Inparques) continúan afectados por la pandemia del hambre y sin medidas claras para esta etapa, denunció el sindicato de trabajadores de la institución (Sunep-Inparques).
No hay protocolo para la apertura de los parques, afirma la dirigente sindical Marlene Sifontes, secretaria de organización de Sunep-Inparques. Este anunció tomó por sorpresa a los trabajadores, agrega Sifontes en un contacto con contrapunto.com. «El personal no ha sido formado ni cuenta con equipos», subrayó.
Los trabajadores ya estaban en condiciones muy depauperadas. «En las regiones cocinan con leña y ya en Caracas también: en el PN el Ávila y PN Macarao». Tampoco pueden llegar a sus sitios de trabajo porque «el salario no les da» para pagar el pasaje en el transporte público. La bolsa de comida «tienen 3 meses que no la entregan».
Sifontes denunció también la suspensión del salario «cuando a los coordinadores les da la gana» y mencionó especialmente lo que sucede en el Parque Nacional Guatopo, donde «hay gritos, humillaciones, amenazas por parte de la coordinadora». La funcionaria también le suspendió el salario a Paola Bustamente, una guardaparques embarazada, acusó la dirigente sindical. «Otra mención especial es el acoso y hostigamiento a las mujeres guardaparques» como el caso de Desiré Parra en el Ávila, quien denunció su situación en el Ministerio Público e Inpsasel.