La convocatoria para la segunda cohorte de su diplomado Prisma termina este viernes 16 de septiembre
Más se gana con la palabra, que con el insulto. Esta podría ser, al igual que otras parecidas, la premisa de País Plural. La organización, que nació en 2019 para defender la agenda LGBTIQ+ , quiere cambiar la forma de hacer las cosas. Daniel Picado, su director, explica que en el liderazgo es fundamental «cambiar la lucha confrontacional por la lucha de conciliación y construcción de puentes».
La polarización venezolana «obliga a actuar de forma diferente» para «tener un impacto diferente», porque «si seguimos haciendo lo mismo los resultados van a seguir siendo los mismos». Picado piensa que se han conquistado cosas importantes, pero el retardo en alcanzarlas puede ser consecuencia de no haber tenido un lenguaje conciliador. «Si creemos que necesitamos imponer nuestra verdad para hacer las cosas de nuestra forma, entonces cada grupo va a defender sus creencias y sus principios y no va a ceder».
En su experiencia, Picado ha visto a organizaciones y dirigentes creer «que nuestra verdad es la verdad absoluta, que el tema LGBTIQ+ debe ser un tema prioritario siempre, y no un tema que complemente la agenda. Existe una agenda urgente y una agenda importante, y los temas relacionados con los derechos humanos son una agenda importante en nuestro país».
Existe «una deuda histórica», recuerda, y los integrantes de la comunidad siguen esperando leyes que dignifiquen las condiciones de vida, «como el matrimonio igualitario; la ley de identidad de género para personas trans, intersex y no binarias; la ley de protección para las familias homoparentales, la ley para una vida libre de violencia». En este contexto «la frustración es válida», indica, pero «no debe ser el único motor» que alimente la agenda LGBTIQ+, porque de hacerlo así «lo que vamos a cosechar como movimiento es una sociedad que resista y rechace la diversidad y que no quiera comprender qué es lo que hay más allá de una bandera de seis colores».
Por la confrontación no se han conseguido algunas reivindicaciones, pero por la de la conciliación sí, alega Picado. «Creer en el maximalismo, creer que lo vamos a lograr todo de hoy para mañana es un error que la mayoría de las organizaciones sociales cometen a la hora de defender sus reivindicaciones».
El director de País Plural observa una intención «de redinamizar el movimiento
LGBTIQ+, y eso nace incluso en espacios de formación como Prisma».
Prisma es un diplomado de la organización en conjunto con la UCAB, lo que es «un claro ejemplo de negociación y de puntos de acuerdo en común», afirma Picado. La UCAB es una universidad católica «y hoy certifica un programa de formación LGBTIQ+» que se sustenta en premisas como diversidad, inclusión y derechos humanos.
El diplomado busca fortalecer herramientas para negociar, la conciliación, el respeto, los acuerdos «para que exista un avance en el reconocimiento de los derechos de las personas LGBTIQ+, que en definitiva son derechos humanos». Construir un lenguaje común es clave, sostiene Picado. «La sociedad está prepara para conocer del tema. Lo que se necesita es ese lenguaje común».
Fortalecer una red de egresados y una red de aliados es uno de los proyectos de Paula Gotera, coordinadora académica de Prisma. También, dar visibilidad a la comunidad, no solo a los facilitadores sino a la sociedad civil, e integrar a los 60 egresados de la primera cohorte en todas las actividades.
Este viernes 16 de septiembre cierra la convocatoria para la segunda cohorte del diplomado, dirigida a personas de 18 a 35 años de edad. Más información en las redes sociales de País Plural.